LOS REVISIONISTAS por Ing. Jaime Gelbstein
Ernestina Gamas | 17 junio, 2012Días pasados, al recibir el premio Martín Fierro, Pacho O´ Donnell fue consecuente con su enfoque revisionista de nuestra historia. Manifestó que José Hernández, exiliado durante la presidencia de Sarmiento –demonio de su devoción-, reivindicó al gaucho, supuestamente condenado al exterminio por el gobierno unitario de Buenos Aires. Resulta curioso que los revisionistas –es el caso, también, de José Pablo Feinmann- propicien la reivindicación del federalismo, porque de haber triunfado éste en Caseros hubiese cerrado el país a la inmigración europea, sedienta de libertad y progreso. La Constitución de 1853 invitó a todos los hombres de buena voluntad a que viniesen a habitar el suelo argentino, que unos años después sería integrado por el general Julio A. Roca, a quien los revisionistas vituperan. Entre los convocados estuvieron los antecesores de O´ Donnell, los de Feinmann, y los que, como ellos, proclaman que la historia debe ser revisada y corregida, con el consiguiente cambio de héroes en el Panteón de los forjadores de la patria. Los revisionistas son inconsistentes. De ser ciertas sus postulaciones ellos no existirían, porque las células germinales de sus antepasados nunca hubiesen tenido la posibilidad de conjugarse para habitar esta generosa y bendita tierra argentina. Ing. Jaime Gelbstein jgelbstein@axoft.com
Así es , en efecto. Uno de los grandes revisionistas, Ernesto Palacio, se quejaba de que hacia 1910 todo el comercio estaba en manos de «gringos»: italianos, españoles, judíos. El prefería los «viejos tiempos»: 10,000 familias ricas y un millón de gauchos pobres. Eso sí, todos «criollos». Argentina no se entiende sin el aporte de los inmigrantes…y ese aporte no se entiende sin Alberdi y sin Sarmiento.Los revisionistas son reaccionarios, aunque se disfracen de «progresistas».