DE LOS TRASCENDENTE A LO HUMANO por Horacio Garlan*
Ernestina Gamas | 27 julio, 2012
El Universo
Vivimos en un universo de magnitud inconmensurable para la concepción humana de espacios, tamaños, distancias y posibilidades de siquiera concebir su infinita inmensidad. Para ratificar este acierto basta mirar un cielo estrellado y pensar que cada una de esas estrellas equivale a un sol como el que es eje de nuestro sistema planetario, de donde surge la inmediata seguridad de que otros millones de soles con sus sistemas planetarios existen en ese infinito casi incomprensible espacio para nuestra imaginación.
Enfocando nuestro análisis al sistema solar corresponde analizar que el mismo hasta donde ha sido explorado está constituido por una estrella, nuestro Sol, y un sistema de al menos 9 planetas e infinitos asteroides que giran a su alrededor en órbitas distantes, la más cercana, la de Mercurio a una distancia media de 58.000.000 de km y la más lejana la de Plutón a una distancia media de 5.900.000.000 de km del sol. Nuestro planeta Tierra está entre los más cercanos al sol (Mercurio, Venus, la Tierra, Marte) y más distantes (Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón).
La Tierra gira alrededor del sol a una distancia media de 149.000.000 de km y a esa distancia la energía solar llega a la misma produciendo temperaturas que han hecho posible la vida, como dijera Le Dantec “ la vida es un accidente de superficie en la evolución térmica del globo”; Piénsese que Mercurio , como queda dicho, el planeta más cercano tiene una temperatura del orden de los 500º y los más lejanos, temperaturas muy inferiores no aptas para la vida tal como la concebimos nosotros.
El tiempo de duración de las órbitas alrededor del sol es función de su distancia al mismo siendo la más breve la de Mercurio 88 días y la de Plutón, el planeta más lejano estudiado necesita aprox. 248 años en recorrer su órbita.
Dentro de esta gama de tiempos de circunvalación alrededor del sol, la Tierra a una velocidad de 30 km por segundo necesita 365 días menos 6 horas para completar su órbita. Este tiempo es el que obliga a establecer los años bisiestos cada 4 años para igualar la duración promedio a 365 días.
El análisis riguroso del movimiento de nuestro planeta alrededor del sol nos indica puntualizar tres movimientos que realiza simultáneamente durante su trayectoria, 1º el mencionado de traslación orbital, 2º el de giro alrededor de su eje y el 3º el de balanceo del mismo. El 1º nos señala la duración del año, el 2º (su giro sobre el eje) las noches y días a medida que su superficie queda iluminada por el sol y el 3º de balanceo (nutación) define las estaciones; la inclinación de la tierra hace que los rayos solares alternen su verticalidad entre los trópicos de Cáncer y Capricornio.
Es así que para el hemisferio norte los rayos solares caen verticalmente los 21 de Junio, mientras los 21 de septiembre y 21 de marzo su verticalidad es sobre el Ecuador y el 21 de diciembre sobre nuestro trópico de Capricornio. Esta alternativa de verticalidad de los rayos solares sobre la tierra es la que da lugar a las estaciones térmicas entre ambos círculos polares y a los respectivos días y noches boreales y australes en los polos Norte y Sur respectivamente.
Cabe completar la presentación de nuestro planeta con la mención de su único satélite La Luna que órbita a su alrededor a un promedio de 28 días y cuyas alternativas de iluminación dependen de su posición relativa entre la tierra y el sol en el recorrido de su trayectoria.
Nuestro planeta “Tierra”.
Hemos descripto la ubicación de nuestro planeta tierra dentro del Universo y su trayectoria alrededor del sol , fuente de su energía cuya duración se estima en el orden de 16.000 millones de años, lapso que deja de lado consideraciones a nivel humano de la posibilidad de estudiar modificaciones en el régimen térmico de la tierra atribuibles a la energía solar. La tierra es un esferoide de polos achatados de un diámetro de casi 13.000 km variable debido a que no es una esfera geométrica y por tanto la longitud de su diámetro depende del trazo que se considere. Su superficie es de 510.000.000 de km2 de los que el 70% está cubierto de agua, por océanos y grandes mares y solo 148.000.000 son tierras emergentes sobre ese nivel de aguas, de las que 12.000.000 pertenecen a la Antártida , continente no habitable y por tanto el hombre solo habita 136.000.000 de km2 de muy disímil distribución sobre la superficie terrestre ya que 102.000.000 pertenecen al hemisferio Norte y 46.000.000 al hemisferio Sur de los que si restamos los 12 millones de la Antártida la superficie habitable del hemisferio Sur es de 34.000.000 de km2. En ese hemisferio Sur como detallaremos en 3º capítulo se encuentra nuestra Argentina, lo que le otorga características de territorio casi insular.
Al 31 de octubre del 2011 la U.N. determinó que la población mundial había alcanzado los 7.000.000.000 de hab. lo que arroja una densidad promedio excluida la Antártida de 50 hab./ km2, la que fluctúa entre 17.000 hab. para Mónaco, 990 hab. Para Bangladesh, como para citar ejemplos de países de características diferentes y algo menos de 2 hab./ km2 para Mongolia. Ese promedio del orden de 50 hab./km2 se da en varios países entre los que cabe citar Tayikistán, Ecuador, la Islas Fidji, Bielorusia e Irán, siendo el país más poblado la China seguido de la India y por el contrario los de menor población son Naurú y Tuvalú en Oceanía y el mencionado Mónaco pese a su gran densidad debido a su pequeña extensión.
Respecto de las superficies emergentes, las mismas son consideradas como pertenecientes a 6 continentes cuyas superficies son en orden decreciente, Asia 45.000.000 de km2, América 40.500.000, África 30.000.000, Europa 12.000.000 (incluyendo Groenlandia), Antártida 12.000.000 y Oceanía 8.500.000 km2. Dentro de esas extensiones cabe señalar que los 10 países de mayor extensión: Rusia en Eurasia, Canadá, EE.UU, Brasil y Argentina en América, China, India y Kasajstán en Asia, Australia en Oceanía y Argelia en África.
El conjunto de estos países ocupan el 50% de las tierras emergentes y tiene asimismo aproximadamente el 50% de la población mundial. Cabe señalar que entre solo China y la India tiene casi 2.600.000.000 de hab. es decir , casi el 40% de la población mundial.
Para completar la idea de distribución de los 196 países reconocidos por la U.N. es importante señalar que 45 de ellos son Asiáticos, 36 Americanos, 53 Africanos, 48 Europeos y 14 de Oceanía. De estos números cabe puntualizar que el alto nº de países Europeos se debe a la pluralidad de razas y religiones que en ella conviven a través de una cultura de muchos siglos y que el elevado nº de países Africanos obedece principalmente al origen tribal de muchos de ellos potenciado por casi 2 siglos de colonización Europea, que ante su debilitamiento ha dado lugar a la fragmentación , todavía en ejecución ( caso Sudán 2011) en múltiples países en continuas luchas por su supervivencia.
Es importante dejar señalado que las densidades de los seis continentes son muy diversas partiendo de 90 hab/km2 para el Asia, 72 hab/km2 para Europa, descendiendo a 33 para África, 23 para América y solo 4,50 para Oceanía, considerando nula la densidad de la Antártida.
También debe observarse, contra la opinión generalizada que pese a su población la densidad China es solo de 142.5 hab/km2, muy inferior por ejemplo a la de Italia que es de 201,47 hab/km2, es decir a la densidad Italiana los 10.000.000 de km2 de China estarían poblados por 2.000.000.000 de hab. muy superiores a los 1.400 millones de la actualidad, cifra que nos obliga a una reconsideración de la superpoblación China de la que se alarma el mundo occidental.
Finalmente, como resumen de extensiones y cifras enunciadas debemos puntualizar que la realidad de la tan desigual distribución de las extensiones y poblaciones del planeta se grafican en la realidad que surge de que de los 7.000 millones de hab. del planeta 6.000 millones viven en el hemisferio Norte y 1.000 millones en el hemisferio Sur, lo que arroja una densidad promedio de casi 60 hab/km2 para el Norte y solo 29,5 hab. para el Hemisferio Sur, realidad que ayuda a entender las diferencias de desarrollo económico y distribución del ingreso que la actualmente llamada ”globalización” acrecienta.
NUESTRA ARGENTINA
PARÁMETROS GEOGRÁFICOS
Superficie: 2.802.700km2 8ª en el mundo
Población: 40.117.096 hab. 31ª en el mundo
Densidad: 14,31 hab/km2 170ª en el mundo
( de un universo de 196 naciones)
6 de cada 100 hab. del mundo es Argentino
23 provincias y una ciudad autónoma
Se extiende entre los 22 y 55 grados de latitud sur.
Tiene 9.376 km de fronteras
1.500.000 km2 de tierras laborables
Su litoral marítimo este es de 4.725 km
Zona metropolitana (capital + conurbano) 3.700 km2
Población zona metropolitana: 12.806.866 hab.de los que 2.890.151 son de la C.A.B.A.
Ciudad más antigua: Santiago del Estero, fundada por Francisco de Aguirre en 1553
EN SUDAMÉRICA
2ª en extensión
3ª en población
10ª en densidad (1 de cada 10 sudamericanos es Argentino)
Producto Bruto por habitante en el orden de 15.000 dólares por año/hab.(mayor de Sudamérica)
Indice de distribución del ingreso (valor Gini) 0,4
Cabe agregar que de ser acordada la soberanía en la Antártida; computando el mar continental y al sector Antártico, la superficie total de la soberanía Argentina sería de 5.252.700 km2, sobre dos continentes: América y Antártida.
En resúmen :
Soberanía Continental 2.802.700 km2
Mar continental 1.500.000 km2 (incluye Malvinas e Islas)
Sector Antártico 950.000 km2 ( hay Argentinos nacidos allí )
A estos datos políticos, geográficos que se corresponderían a un sistema cartesiano de longitudes abscisas y ordenadas, debe completarse las características de nuestro país con la descripción de su 4ª dimensión, la historia que transcurre dentro del espacio descripto.
A los efectos nos remontamos a 1776 cuando España acosada por la expansión británica que hacía peligrar sus dominios en América, crea el Virreynato del Río de la Plata que completaría con el del Perú y el de Nueva Granada su colonización de América del Sur. Este Virreynato de límites imprecisos y de dominio discutido por la pretensión portuguesa que surgiera de la bula papal que estableció el tratado de Torrecillas, de la permanente amenaza británica efectivizada con las invasiones inglesas y luego la posterior expansión napoleónica con el derrocamiento de Fernando VII y a raíz de la que la corte de Braganza se refugió en rio de Janeiro acentuando las pretensiones de dominio en América del Sur, dio lugar a las disímiles pretensiones de modificación de la dependencia de las tierras del Virreynato a España, cuya 1ª manifestación se dio en mayo de 1810 seguramente alentada por el éxito del rechazo de la invasiones inglesas, pero con una gran diversidad de objetivos, desde los que pretendían resguardar la dominación Española, hasta quienes pensaban en la instalación de una nueva monarquía y los que como Mariano Moreno, con la profunda influencia de la revolución francesa pensaban en la posibilidad de independizarse del poder español, dando lugar a una verdadera llamarada de libertad que se extendió por todo el territorio americano.
A esta génesis del movimiento en pos del encuentro de una identidad, corresponde describir en una apretada síntesis, como evolucionó la historia hasta concretarse la formación de la hoy nuestra República Argentina, que resumiré en 4 períodos que obedecen a episodios y circunstancias que los definen.
1º período, al que llamo “de la Emancipación” y que corresponde a la 1ª mitad del siglo XIX, durante el que esa “revolución” iniciada en mayo de 1810 comenzó a extenderse en el territorio que conformaría nuestro país como confederación de las provincias unidas del sur, pero con características singulares que le otorgaron a ese movimiento el caudillaje localista que incluyó desde la provincia de la Banda oriental, el litoral, el centro del futuro país y las provincias cordilleranas en las que Artigas, Ramírez , López, Cabrera, Lencina, Quiroga, entre otros, acentuaron una impronta federal con pretensiones de autonomía local en rechazo al centralismo que desde el puerto de Bs. As. origen de este acontecer, se pretendía ejercer sobre las que en el futuro constituirían las provincias. Es así que en busca de una organización territorial tenemos la Asamblea Constituyente de 1813, el Congreso de Tucumán de 1816, el pacto de 1820, la Constitución Rivadaviana y el mismo Congreso de la Florida en la Banda Oriental, producto de la llamada invasión de “Los 33 Orientales”, originada en Bs.As. y que proclamó su adhesión a la Confederación , que dio origen a la guerra con Brasil que ya había proclamado a la Banda Oriental como Provincia Lusitana y aún derrotado por Alvear en Ituzaingó, y en el Paraná , en la Vuelta de Obligado, dio origen al desgajamiento de la Banda oriental con la decisiva influencia de la diplomacia Inglesa. A todos esos movimientos siguió el centralismo de Rosas y una época de cruentas luchas internas que culminaron con la batalla de Caseros en 1853 y la Constitución Federal de ese mismo año y la definitiva conformación del país después de la batalla de Pavón iniciándose así en 1862 el 2º periodo que llamaremos de “La institucionalización”.
En esa fecha el territorio que describiéramos como la actual República Argentina era sólo de las 14 Provincias fundacionales, algunas parcialmente, como Santa Fe, Santiago del Estero y la misma Buenos Aires y equivalía a solo el 40% de la superficie actual del país.
Las campañas de Mitre hacia el norte para anexar la zona Chaqueña y las de Roca para la conquista de la Patagonia dieron a nuestro país la conformación actual y es importante en ratificación de lo dicho observar que los llamados territorios nacionales, productos de esa expansión (luego transformados en provincias) están limitados por paralelos ( La Patagonia) o meridianos (Prov.de Buenos Aires, con La Pampa)y por combinación de ambos o aun de trazos rectos convencionales, el Chaco de Santa fe Santiago del Estero y Salta en clara de que estos territorios no habían sido delimitados como las Provincias originales por el caudillaje localista. Cabe señalar para afirmar esta conclusión que esas nuevas provincias solo tienen límites naturales , Buenos Aires , La Pampa, el río Colorado , los ríos Limay y Neuquén como límites de la Provincia homónima y el río Bermejo entre Chaco y Formosa último territorio ocupado en 1917 después de una larga disputa con las pretensiones de Bolivia sobre el mismo . Este fue el brillante período en que las personalidades de Mitre, Sarmiento, Avellaneda Roca , Alberdi , Echeverría, Pellegrini afirmaron la institucionalidad del país sucediéndose períodos presidenciales de 6 años ininterrumpidamente hasta principios del siglo XX, en el que a las pronunciadas diferencias sociales que la gran riqueza acumulada por el país fueron potenciadas por la fuerte inmigración europea de ese principio de siglo, motivada por la sola necesidad de supervivencia ajena al sentir Argentino dieron nacimiento al 3º período que llamamos de “La Transformación “, en busca de nivelaciones sociales y pese a la rescatable presidencia de Alvear, la nueva ola inmigratoria de post-guerra imbuida de políticas fascistas y populistas que se desataron en Europa trajeron el rompimiento de la continuidad institucional que como 1ª expresión tuvo la revolución del 6 de septiembre de 1930 y el comienzo de la influencia populista y demagógica que dio lugar al golpe de estado del 4 de junio de 1943 y el consecuente apoderamiento por el GOU que llevó al poder al después llamado movimiento justicialista que hacia 1950 da lugar al surgimiento del 4º período de nuestra historia al que llamamos de “La Declinación” con pretensiones de influencias totalitarias y que pese a otros lapsos de gobierno de otra orientación elegidos constitucionalmente ( Frondizi, Illia, Alfonsin, De la Rúa, derrocados antes del cumplimiento de sus mandatos) pues parecería que ese movimiento considerara que es el único con vocación de poder y que sucesivamente ha ido transformando nuestra República en un país en que las corporaciones ( sindical, empresarial, gubernamental, y en casos con intervención militar) han sustituido las instituciones republicanas a punto que afirmaría que desde este principio de siglo hemos iniciado un lamentable 5º período que llamaremos “de Prebendización” en el que el sometimiento a esos intereses corporativos se ha transformado en la única posibilidad de supervivencia de las instituciones constitucionales, de la separación de los poderes y aún de las autonomías provinciales, suprimiendo esa puja, los ideales encarnados en los partidos políticos, al margen de sus propios y lamentables errores en que se han visto envueltos debido a estos períodos de transformación , declinación y prebendización, que pese a los relatos de objetivos de inclusión social han dado como gráfica demostración de su fracaso, la transformación de los menoscabados conventillos de principios de siglo en las villas miseria y en los lamentables asentamientos actuales.
En ratificación de lo expresado creo de interés transcribir el Epílogo de “Argentina un lugar en la tierra”, ensayo de mi autoría presentado en la feria del Libro de este año .
EPÍLOGO
Como síntesis de lo expuesto sobre la génesis y desarrollo de nuestro país a través de sus 200 años, es oportuno ratificar:
A Los indicadores Geográfico – Políticos que nos muestran las inmensas posibilidades Argentinas (muy disminuidas pero no destruidas pese a la lamentable administración de los recursos en los últimos 65 años) cabe puntualizar que queda latente como alternativa alcanzar las metas que hoy deberían ser logros que permitieran considerar nuestro país como el Canadá del hemisferio Sur en América.
Sus 1.500 millones de km2 laborables más sus reservas energéticas y minerales, así como su riqueza forestal y la pujante industria que compite con productos importados en calidad y rendimiento son signos de esa vitalidad latente que Argentina no ha sabido o no ha podido desarrollar ocupada en estériles enfrentamientos y que hoy están destruyendo , inclusive su mayor recurso natural ( su producción agrícola Ganadera) y su paralela industrialización , cuyas posibilidades permitirían transformarla en un verdadero “granero del mundo”.
En la defensa de populismos perimidos, las lamentables administraciones sufridas desde mediados del siglo pasado, pese a contadas y honrosas excepciones se dedicaron en su afán de mantenimiento del poder alcanzado a distribuir la riqueza Argentina sin un auténtico desarrollo que hubiera permitido en el corto plazo colocar nuevamente a Argentina entre los líderes mundiales , con la posibilidad de ofrecer condiciones de vida dignas a su población, sin las pronunciadas diferencias sociales que la demagogia y el asistencialismo han pretendido superar, olvidando que la riqueza se genera trabajando y distribuyéndola equitativamente sin dádivas ni privilegios.
Es oportuno citar y hacemos nuestro el decálogo del 16º presidente de los EEUU, Abraham Lincoln, como síntesis de lo expresado más arriba .
1º Ud. no puede crear prosperidad, sin alentar la iniciativa privada.
2º Ud. no puede fortalecer al débil debilitando al fuerte.
3ª Ud. No puede ayudar a los pequeños aplastando al grande.
4º Ud. No puede ayudar al pobre destruyendo al rico.
5º Ud. No puede elevar al asalariado, presionando a quien paga el salario.
6º Ud. No puede resolver sus problemas mientras gaste más de lo que gana
7º Ud. No puede promover la fraternidad de la humanidad admitiendo e incitando el
odio de las clases.
8º Ud. No puede garantizar una adecuada seguridad con dinero prestado.
9º Ud. No puede formar el carácter y el valor del hombre quitándole su independencia
(libertad) o iniciativa.
10º Ud. No puede ayudar a los hombres permanentemente, realizando por ellos lo que
ellos pueden y deben hacer por si mismos.
En síntesis agrego: el hombre no se ennoblece con el recibo de la distribución sin su propio esfuerzo, al contrario, lo alcanzado por su esfuerzo personal, lo dignifica.”
Buenos Aires, julio de 2012
* El autor de esta NOTA especialmente escrita para nuestro Sitio, siempre enfatiza que su "formación humana" fue obra de su paso en la década del 40 por el Colegio Nacional Buenos Aires del que egresó con medalla de oro. En 1952 obtuvo el título de ingeniero civil en la UBA y poco después, con diploma de honor, en el Instituto Geográfico Militar. En los 90 el Ayuntamiento de Madrid y Transparency Iternational le otorgaron sendos premios por sus aportes a la higiene urbana. "