Algunas aclaraciones para ver si podemos retirar de la discusión las informaciones que son erradas o malintencionadas.

Las universidades no tenemos “presupuesto por alumno”. Siquiera por eso, no tiene sentido que “inventemos alumnos”, como han dicho en estos días reputadas autoridades nacionales. Las universidades tenemos un presupuesto de personal (docente y no docente) relativo a nuestro tamaño y funciones; y un presupuesto de gastos de funcionamiento, que solía rondar el 10% del presupuesto total. Las Universidades que tienen hospitales tienen además un presupuesto de la función Salud. Y otras asignaciones, por ejemplo, cuando tenemos en curso una obra de infraestructura, o un “contrato programa” para abrir una nueva carrera.

Cuando se discutió en el Senado la Ley de Financiamiento Universitario, un Senador de la Nación tomó el presupuesto de todas las universidades, lo dividió por todos los alumnos, y le daba un costo por alumno altísimo. Claro, se escandalizó un poco. Pero, ¿cómo no le va a dar mal? Vamos a decirlo otra vez: las Universidades no hacemos sólo formación (el sólo no es peyorativo, no hace falta que explique cuánto me importa la formación). Más de 17.000 proyectos de investigación se encuentran en desarrollo en las Universidades nacionales. Si un/a docente tiene (digamos) una designación con dedicación semiexclusiva (20 horas semanales), con ese cargo desde luego da clases, pero además investiga, y realiza acciones de desarrollo tecnológico, o de desarrollo social, o de acción cultural. Estuve hace 15 días en un IFD en Moreno porque hago lo que se conoce como “extensión”, y voy este viernes a un IFD en Merlo por la misma razón. Es parte del trabajo de un/a docente universitario/a.

A mis colegas de Primaria que han leído mis trabajos sobre monocronía, plurigrados, etc.: esos trabajos surgen de investigaciones que se realizan en la Universidad de Buenos Aires.

A mis colegas de Secundaria que han leído mis trabajos sobre régimen académico, trayectorias escolares, etc.: esos trabajos fueron realizados en el marco de investigaciones que se desarrollan en la Universidad Nacional de General Sarmiento.

Los cargos docentes universitarios incluyen esta clase de actividades. Sin ellas, las Universidades no serían Universidades.

Las Universidades informamos lo que hacemos con los fondos que recibimos. Informamos semestralmente a la Contaduría General de la Nación la cuenta de gastos e inversión. E informamos cada mes (cada mes, leyeron bien) a la Subsecretaría de Políticas Universitarias, cada docente y no docente que trabaja en nuestras casas de estudio, con su CUIT, su cargo, sus aportes, su remuneración… La Contaduría General de la Nación y la Subsecretaría de Políticas Universitarias dependen del Poder Ejecutivo Nacional; es decir que toda la información que mencioné en este párrafo la tiene el Poder Ejecutivo, y lo sabe; sencillamente miente cuando dice que no tiene información. Y miente porque lo que le molesta es otra cosa: le molesta que no permitimos que nos audite el Poder Ejecutivo Nacional, y no lo permitimos porque no le corresponde al Poder Ejecutivo Nacional, sino a la Auditoría General de la Nación, que es un organismo dependiente del Congreso de la Nación.

Las Universidades tenemos alumnos inscriptos que no están cursando. Desde luego. ¿Por qué sucede esto? Un/a egresado/a de Secundaria puede inscribirse, comienza a cursar y se cambia de carrera o de Universidad, e inclusive deja la Universidad. Un/a estudiante decide que este semestre no cursa, porque le salió un trabajo, o porque busca trabajo, o porque cursó muchas materias y planifica ponerse al día con los finales. No me digan que no conocen estas decisiones. Muchos/as de quienes leen las han tomado. O sus hijos/as, sobrinos/as, conocidos/as. Ahora bien, como no tenemos un presupuesto por cantidad de alumnos, no es un asunto a esgrimir a propósito del presupuesto.  Nos encantaría mantener discusiones con las autoridades nacionales sobre las trayectorias estudiantiles; porque las trayectorias no son sólo de la Educación Obligatoria, y no muestran avatares “desencauzados” sólo en la Educación Obligatoria.

A veces, para producir golpes de efecto se dice cualquier cosa, verdaderamente cualquier cosa. No ayuda en nada a entender los problemas que tenemos.

Gracias por la paciencia si han leído hasta aquí.

*Flavia Zulema Terigi ​ es una pedagoga, profesora e investigadora argentina.​ Actual rectora de la Universidad Nacional de General Sarmiento. Experta en trayectorias educativas, se la reconoce por sus aportes al estudio del recorrido de los alumnos por el sistema escolar.​