Editorial mayo 2021
Con-Texto | 27 julio, 2021Estamos enfrentando una nueva ola de contagios que parece ser más virulenta y más veloz que la primera. En medio de la incertidumbre sería deseable una conducción certera. Alguien que tuviera la habilidad de hacerse cargo del timón en el puente de mando. Pero no!!!. Un errático comandante juega con las olas como si fuera un surfer solitario no muy experto en el arte de remontarlas sin caerse y enfrascado en su aislamiento se aleja de la realidad de la gente y de la realidad del mundo. Aunque hay quienes han podido ver más allá y salir del remolino enloquecedor con análisis y propuestas.
Hace más de seis meses que en la Organización Mundial de Comercio, India y Sudáfrica impulsaron una petición para lograr que los gobiernos debatieran que los diagnósticos, los tratamientos y las vacunas no tuvieran patentes mientras durara la pandemia. Esto fomentaría la colaboración global para que la fabricación y distribución alcanzara a toda la población
Lo están diciendo científicos de distintas disciplinas a lo largo de todo el mundo. Sería deseable que hubiera acciones coordinadas entre los gobiernos de todos los países para cooperar en la obtención y distribución de vacunas en forma más equitativa ya que aunque se lograra erradicar el virus en algunos puntos del planeta, mientras el siga circulando en los países demorados en vacunar, su desplazamiento hará propensas sus mutaciones, haciéndose más esquivo a toda inmunización.
En el año 2017, antes de la aparición del Covid19, fue fundada una coalición público-privada, “Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante las Epidemias” (CEPI) con sede en Noruega que tenía como objetivo adelantarse a las epidemias y acelerar el desarrollo de vacunas para hacerles frente. Es una de las integrantes del mecanismo COVAX, un fondo global para el desarrollo y la adquisición de vacunas por parte de los países, que lideran además, la Alianza Mundial para las Vacunas e Inmunización (GAVI), Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). El objetivo de esta coalición es garantizar la distribución equitativa de las vacunas COVID-19 a nivel mundial, en lo que será la mayor operación de adquisición y suministro de vacunas de la historia.
“ En abril de 2020, una coalición internacional de científicos, abogados y empresas tecnológicas pusieron en marcha The Open COVID Pledge (Compromiso Open COVID), el cual insta a los autores a permitir el acceso a toda la propiedad intelectual (PI) bajo su control de manera gratuita y sin gravámenes, con el fin de ayudar a acabar con la pandemia del COVID-19 y reducir los efectos de la enfermedad. Algunos signatarios notables son Intel, Facebook, Amazon, IBM, Sandia National Laboratories, Hewlett Packard, Microsoft, Uber, la Open Knowledge Foundation, el Massachusetts Institute of Technology y AT&T. Los signatarios ofrecerán una licencia Open COVID específica no exclusiva libre de regalías para utilizar la PI con el propósito de diagnosticar, prevenir y tratar el COVID-19”.
Una reciente y muy importante propuesta, por tratarse de quien se trata, aunque no de muy fácil concreción, es que el Presidente Biden está “evaluando” la posibilidad de suspender temporalmente las patentes de las vacunas contra el virus que nos arrincona.
Como dijo en una entrevista reciente Jacques Attali*, elogiando el acuerdo alcanzado en la última cumbre del G-20 donde se incluyó la promesa de apoyar más fondos a la iniciativa COVAX que si se pusieran en práctica todos estos acuerdos se podría alcanzar una “verdadera gobernanza mundial”
Carlos Gabetta en un artículo que les mando, bien lo desarrolla: o nos salvamos todos o no se salva ninguno.
Vemos en medio de todo esto que con tremenda miopía por parte de gobernantes mezquinos, los tiempos de pandemia desatan discursos de odio, dinamitan puentes, y reeditan relatos dogmáticos, mientras definen fronteras geopolíticas hasta para contratar vacunas. Escasean análisis críticos y mucho menos autocríticos que ofrezcan salidas que consideren y resuelvan los problemas de la gente. La más fácil es imponer incumplibles prohibiciones ante la reacción ciudadana que defienden sus derechos.
Ernestina Gamas
Directora
* economista, político, compositor musical, ensayista, consultor, escritor polígrafo y polímata francés.