DE LAS LLORONAS AL PADRE NUESTRO Por Nestor Grancelli Cha
Ernestina Gamas | 7 junio, 2012
ENTRE LOS TEMAS DE ESTA SECCIÓN INCLUIREMOS BREVES NOTA SOBRE
COSTUMBRES TRADICIONALES ARGENTINAS Y LATINOAMERICANAS
Cada tanto es una buena idea repasar algunos estantes de la biblioteca familiar, no sólo
para limpiar libros agraviados por ese polvillo que los invade. Debemos releer títulos olvidados y recordar contenidos, si alguna vez recorrimos sus páginas. Nunca se mantiene su ubicación inicial al clasificarlos por temas y, es curioso observar cómo aparece un ejemplar sobre antropología al lado de uno de versos de Almafuerte.! Hoy pude confirmarlo. Opté por hojear el ensayo de Isabel Aretz titulado "Costumbres Tradicionales Argentinas, editado por Raigal.
Pasé un mirada sobre los títulos de cada capitulo, comprobando ese color tiempo indefinido que habían invadido sus páginas. Fotos y partituras musicales, prueba de una sobria investigación de las tradiciones, casi desaparecidas en nuestro territorio.
Me detengo en un título: "Las Plañideras".
¡Cuánto tiempo hace que no leía o escuchaba este
¡Cuánto tiempo hace que no leía o escuchaba este
vocablo? Y menos el que era mas comun en el litoral: Las Lloronas.
Leo"Estas prácticas funerarias que describió Juan B, Ambrosetti en su libro Cultura Calchaquí, son un legado indígena que a grito hacian honor al muerto". Pero Ambrosetti relataba un pasado muy lejano, mientras que Isabel Aretz narra su propia experiencia porque en 1946 asistió a una novena en la que se rezaba por un difunto y, terminadas las oraciones, todas las mujeres y niñas lloraban a gritos y lamentaciones muy exageradas. Confiesa la autora que lo mas asombroso fué notar que las mujeres mas viejas lloraban casi cantando una melodía tritónica.
Es notorio que en nuestros días será muy dificil encontrar estas plañideras en velatorios.
Probablemente han desaparecido suplantadas por gente que aporta melodías quizá derivadas del gregoriano o relacionadas con cantigas medioevales que trajeron a
nuestras tierras religiosos europeos. Incluso, traducido a idiomas de nuestros pueblos
indígenas, hoy nadie omite en la despedida un monocorde Padre Nuestro.
NGC