LA LÓGICA ECONÓMICA DE MACRI: VIVIENDO LA TORMENTA; DESEANDO EL ARCOÍRIS por Andrés Ferrari Haines*
| 28 julio, 2018Dos cuestiones resultan particularmente preocupantes del mensaje del Presidente Macri de ayer. Por un lado, su insistencia en apostar por aspectos emotivos individuales para justificar su política económica. Por otro, su análisis de la propia política económica que insiste en ver como un factor “externo” lo que es un resultado lógico del camino que ha elegido.
El primer punto hace referencia a su insistencia en mostrarse “confiado y convencido”, a pesar de los contratiempos, en que está en el camino correcto. Eso resulta totalmente irrelevante. Claro que la postura contraria, presentarse apesadumbrado, sería grave. Pero el punto es que da la impresión que se ve, o se pretende que se vea, como si fuera parte de la “realidad económica”. En términos prácticos, su impacto a lo sumo es mínimo.
Esto porque el segundo punto es el relevante: la lógica económica. Y el camino que ha elegido este gobierno es el de vivir tormentosamente esperando el arcoíris. Es cierto que la herencia económica recibida es pesada. Pero la lógica económica que ha elegido para enfrentarla pesa también, más allá de la herencia. En realidad, sumada a la herencia, su impacto es, evidentemente, más fuerte.
La lógica económica del gobierno
La lógica económica por la que ha optado es la de crear el marco adecuado para las inversiones privadas. Esto es una cuestión de fe. Solo para las teorías ortodoxas existe ese marco ideal de funcionamiento de la economía capitalista. No tiene ningún sustento histórico. Es por eso que la historia – más allá de algún numerito por aquí y dato por allá-, está siempre ausente en los analistas del libre mercado. Y aún así, grandes eventos históricos son sólo marginalmente mencionados.
En cuanto a la creencia por la que apuesta Macri, podría explicar concretamente cuál economía ha llegado al arcoíris al que pretende arribar aplicando su lógica económica. Algo es seguro: no lo hizo ninguno de los que llama países “serios” o “normales”, como Trump está mostrando – en medio del total silencio de los analistas de libre mercado-.
Por eso Keynes denunciaba que estas teorías, en vez de reflejar la realidad, cuestionan la realidad por no adecuarse a la teoría. Desde la adopción masiva de los sistemas democráticos, los analistas la han tenido fácil en apuntar los culpables de que la realidad no represente su teoría: “los políticos”.
Así, cualquiera sea su punto de partida, el final será siempre que “los políticos”, por intereses turbios e individuales, mantienen un gasto fiscal elevado y evitan hacer las reformas “que se deben hacer”.
Sin sustento histórico alguno, apelan a la “lógica económica” – la que pretende seguir Macri. Los economistas igualmente siempre le dirán que le falta coraje o decisión para ir a fondo; pero la pregunta es: ¿tiene sentido lógico esa política económica?
Una lógica económica ilógica
Aun aceptando el razonamiento de la economía ortodoxa, esa política económica no tiene sentido lógico. Nunca conseguirán bajar el déficit fiscal lo suficiente para considerarlo adecuado para que “vengan las inversiones privadas”; por lo tanto, lo volverán a intentar – sin conseguirlo…por lo que lo volverán a intentar una vez más: ese el camino tormentoso de la política económica que eligió Macri.
La lógica que está detrás – tan popularmente difundida por este tipo de economistas en los medios – es la del “almacenero” o “ama de casa”: si el gasto supera los ingresos, hay que bajar el gasto. Si alguien quiere saber cómo funciona en la práctica está lógica como política económica sólo tiene que recordar la gestión Erman González en 1990 que la implementó “a rajatabla”.
Se quiere equilibrar las cuentas públicas porque no hacerlo se considera la causa directa y única de la inflación (falso); se pretende hacerlo bajando el gasto y no subiendo ingresos porque se declara – por definición – que la actividad privada es más eficiente (falso); se quiere aumentar impuestos sobre los sectores que relativamente son más pobres, porque se afirma que la inversión depende del ahorro previo (falso), concentrando riqueza en los sectores más opulentos porque gastan relativamente menos; y se quiere cumplir con los compromisos financieros de la deuda pública porque genera confianza e inversiones (falso).
Pero el problema no está ni siquiera en la acumulación de axiomas de fe que son falsos. Es que no tienen cómo reducir el gasto fiscal porque al bajar el gasto público se van a reducir los ingresos públicos, con lo que el déficit fiscal continuará. Y por eso, Macri insistirá en profundizar los ajustes ronda tras ronda ya que nunca serán suficientes para los economistas liberales.
El ajuste del nunca acabar
Si se baja el gasto público, como está acordado con el FMI, reduciendo salarios y la cantidad de trabajadores, éstos tendrán menos ingresos o ninguno para comprar bienes y servicios en el mercado privado. Las empresas, ante la caída en sus ventas, reducirán sus trabajadores o cerrarán. Con menor actividad económica, ¿cómo se mantendrá la recaudación tributaria actual para que ese corte haya podido anular el déficit?
Además, si llegara a bajar o desparecer el déficit fiscal como apunta el gobierno, y los empresarios tienen elevado nivel de recursos ahorrados o disponibles a costos adecuados en el sistema financiero, y la inflación desaparece y los costos laborales bajan hasta que les sean atractivas las cuentas… si deciden producir, ¿sería para venderle a quién su producción? Si no es atractivo producir, ¿qué persona racional decidiría invertir?
Esto agravado porque se grava a quién más gasta de sus ingresos (IVA). Si se aplicara una política tributaria de signo contrario, su efecto hasta podría ser menor. Igualmente ocurre con los sectores productivos: se pretende implementar una política económica que favorezca a los exportadores naturales, pero no gravarlos.
El aporte negativo de la política cambiaria
Esto empeora con una política cambiaria igualmente ilógica. Se quiere estabilizar al dólar, permitiendo que fluyan hacia afuera – como si nada -, en gastos triviales y dándoles diez años a los exportadores para ingresarlos. Para tanto, la economía se súper-endeuda incrementando la salida de dólares por el servicio de la deuda – y sin hablar del trato del capital financiero…
Al mismo tiempo, se mantiene un tipo de cambio apreciado que hace las propias exportaciones caras como así también los costos internos en dólares para que entre inversión externa. ¿Para qué vendría un inversor sí no tiene mercado interno y los precios en dólares son caros para competir internacionalmente?
Esto hablando, claro, de la inversión productiva; la financiera sí entra si se puede retirar rápidamente con ganancias en dólares que pocas plazas le ofrecen. Pero ese impacto financiero no queda en el sistema interno de forma de reducir la tasa de interés para hacer la inversión productiva más atractiva.
En suma: tormenta
Por lo tanto, en su aspecto externo, la tentativa de anular el déficit fiscal colabora en su propio fracaso porque una serie importante de gastos dejan de ser efectuados en el mercado interno para ser realizados en otros países. Así, son los gobiernos de esos países quienes cobrarán impuestos sobre ellos.
Mientras tanto, en el mercado interno habría que preguntarle al propio Macri, como empresario, si mantendría el nivel de actividad de su fábrica en un mercado que reduce sus potenciales consumidores, por más atractivos que sean los números. Bueno, y ¡qué diría de invertir productivamente!
Y, mediante su conocimiento económico podría explicar cómo podrían consumir bienes y servicios del sector privado los trabajadores sin sueldos, con sueldos menores o con una proporción mayor destinada a pagar impuestos.
Es por la insistencia en esa lógica económica que Argentina seguirá de tormenta en tormenta viviendo un espiral recesivo tormentoso – aunque con un comandante convencido de que se alcanzará, un día, el arcoíris idealizado-. Quizás por eso los incrédulos de otros lados no apuestan sus economías en la fe del mercado libre.
*Profesor UFRGS (Brasil)
@Argentreotros http://argentinaentreotros.wordpress.com