UN NUEVO PROYECTO PARA SALTA por José Armando Caro Figueroa
| 23 marzo, 2015Importantes sectores políticos salteños han dado un paso de gigante que permite augurar un futuro mejor. Tras elegir la vía del diálogo y del consenso, celebraron, en agosto de 2014, un Acuerdo de bases programáticas. Luego, en febrero pasado, el Frente “Salta Nos Une” aprobó su Plataforma Electoral.
Contamos desde entonces con dos Documentos que delinean un nuevo proyecto para nuestra Provincia. Con ambos, comienza a quedar atrás un tiempo donde la política fue sinónimo de improvisación, de promesas demagógicas, o de consignas vacías.
El compromiso de las fuerzas que aspiran a gobernar Salta se articula sobre tres ejes:
Una reforma institucional que pondrá fin a las reelecciones, restablecerá la justicia independiente y ágil, eliminará abusos, castigará la corrupción y creará las condiciones para vivir con seguridad y cordialidad dentro de la ley;
Una reforma económica que planificará el relanzamiento de la agroindustria, la minería y el turismo, motores de nuestro desarrollo, con el objetivo de generar empleo decente y derrotar la pobreza, cuidando el ambiente; y
Una reforma social que perfeccionará la acción del Estado para atender nuevas y acuciantes necesidades materiales y espirituales y lograr la efectiva integración de los salteños con dificultades, sin someterlos al escarnio del clientelismo.
Salta en el mundo y en la Nación
La Plataforma de “Salta Nos Une” contempla, además, un importante capítulo destinado a lograr la reinserción de nuestra Provincia en el mundo y, como no, su reposicionamiento en una Argentina federal.
Necesitamos, con urgencia, revertir el actual modelo unitario y centralista basado en el vasallaje de los gobernantes provinciales a los dictados del híper presidencialismo. Es el modelo de la Salta mendicante que cede autonomía a cambio de bolsones de alimentos.
La subordinación del actual Gobernador incluso a los caprichos de la Casa Rosada ha causado enormes daños a los salteños. Nuestros recursos hidrocarburíferos, mineros y energéticos, nuestra producción agropecuaria, nuestro producto bruto geográfico, y nuestro frenado desarrollo agroindustrial son teledirigidos desde Buenos Aires, con el desdén propio de las metrópolis.
Durante demasiados años Salta ha sido perjudicada por políticas de transportes, de energía, combustibles e infraestructuras pensadas para beneficiar al centro industrializado. Aunque suene paradójico, Salta con su pobreza, su desempleo y sus precariedades, financia a los grandes poderes económicos que mutilan nuestras libertades y potencialidades.
Desafíos pendientes
Si bien, como queda dicho, la Plataforma es, en el plano programático, un gran salto adelante, falta mucho por hacer.
En primer lugar, es preciso difundir las líneas maestras del nuevo modelo institucional, social y productivo. Y alentar un gran debate a su alrededor. Un debate que admita nuevas propuestas y precisiones que se sumen a lo ya escrito y firmado.
Si nuevas organizaciones no gubernamentales, si nuevas fuerzas políticas, si nuevos sectores sociales se suman a la Plataforma, aumentará el número de personas y grupos comprometidos con su efectivo cumplimiento. Lo que equivale a decir que estas estructuras y los votantes serán los encargados de velar por el desarrollo y vigencia de los compromisos electorales.
Queda también pendiente que los candidatos que sostienen la Plataforma generen la imprescindible confianza alrededor de su efectivo compromiso con las grandes novedades propuestas. Se trata, por tanto, de que asuman sin tapujos su condición de “héroes de la retirada” (H. M. ENZENSBERGER).
Y, en tercer lugar, será preciso avanzar aceleradamente en la conformación de los equipos que tomarán el relevo tras las próximas elecciones.Hace falta transformar esta Plataforma en un detallado Programa de Gobierno, que incluya la información económica y los textos normativos que trasladarán los cambios de los papeles a la realidad cotidiana. Habrán de crearse así las condiciones para que el próximo Gobierno, que será de transición y no reelegible, haga en cuatro años lo que normalmente haría en dos mandatos.
Pero, además de su compromiso y capacidad de gestión, el nuevo equipo de gobierno tendrá que desarrollar, de ahora en más (incluso sin esperar el traspaso de poderes), una estrategia que permita alcanzar unPacto Federal de la Nación con Salta (y, por extensión, con la región de la que formamos parte), suscripto por los candidatos a Presidente de la República.
Nuestra Provincia estuvo ausente de los grandes compromisos de reparación histórica que a lo largo de los años de democracia permitieron mejorar las condiciones de vida y de trabajo en muchas provincias y regiones argentinas.
El Frente Salta Nos Une está, pienso, en condiciones de inaugurar un nuevo ciclo de reivindicaciones federales que preserven para nuestra producción y nuestros recursos los amplios márgenes de autonomía que caben dentro de la Constitución Argentina.
Sólo una Salta efectivamente democrática dentro de una Argentina efectivamente federal, está en condiciones de ganar las batallas por la calidad educativa y contra la pobreza, la inseguridad, el subdesarrollo y los sesgos monárquicos y autoritarios que nos avergüenzan.UN