RADICALES por Emilio Ariel Gibaja*
| 17 febrero, 2015Fuente: Fue publicada como en la sección Cartas de Lectores del Diario La Nación el martes 10 de febrero de 2015
Despertemos radicales, reaccionemos. Puede ser la última oportunidad. Recordemos: los yrigoyenistas atacaban a Alvear. Ojalá don Hipólito y Marcelo estuvieran hoy. Después, los radicales del pueblo criticábamos a Frondizi y los frondicistas atacaban a Illia. Que grande sería tener a los dos Arturos. En los 70 se enfrentaron Balbín y Alfonsín. Que lujo sería tenerlos hoy en el partido. Unámonos todos: radicales y no radicales. El país lo necesita. Nos lo piden todos. Que no sea tarde. ¿Qué esperamos? Más muertos, más corrupción. más entrega de nuestra soberanía. más impunidad. ¡Y más, y más y más! Acordémonos de la Moncloa, Carrillo y la Pasionaria por un lado y Fraga Iribarne por el otro; en medio, todo el arco político español. Copiemos las cosas buenas.El próximo gobierno seguramente no será perfecto, pero sí, sin duda, mucho mejor que lo que tenemos y de lo que se vislumbra a futuro.
Me anticipo a los puristas: no será un rejuntado. Será un gobierno de Salvación Nacional. Cuando Capitanich rompió un diario frente a cámaras, fue un anticipo. El Gobierno, además de diarios, va a romper la Constitución. Y mientras tanto los opositores nos ponemos límites. Los únicos límites necesarios hoy son: la democracia, la Justicia independiente, la República, nuestra soberanía y, sobre todo, la decencia.
Este doloroso fin de época que transitamos no es momento de mezquindades buscando diferencias y límites, sino de lograr afinidades y consensos. Asumamos nuestras responsabilidades y volvamos, con Raúl, al Preámbulo.