DE CARA A LAS ELECCIONES por Román Frondizi*
Ernestina Gamas | 26 julio, 2013Las elecciones que afrontaremos muy pronto son cruciales. Y vamos hacia ellas arrastrando los errores de ayer:
* falta unidad en gran parte de los dirigentes alrededor de cuatro o cinco ideas básicas –sin perjuicio de todas las diferencias que quieran- y de una conducta más noble o, al menos, menos egoísta y mezquina, como reclaman millones de compatriotas;
* la profunda división de nuestra sociedad, hasta ahora incapaz de reconciliarse, a diferencia de otras sociedades, como las europeas, que sí lo han hecho tras atravesar los horrores de dos grandes guerras mundial.
Esta división se nutre de la serie inverosímil de errores y de horrores que hemos coleccionado en los últimos ochenta y pico de años.
Los gobiernos que se han sucedido desde 2003 han reavivado viejos motivos de enfrentamiento y han agregado otros nuevos.
La división se ha hecho más fuerte, más aguda, más odiosa.
La Argentina parece ser incapaz de sacarse el pasado de encima.
No se trata de negarlo. Tampoco de que alguna de las partes se considere víctima titular de un crédito inagotable, pues la víctima es la sociedad en su conjunto. Se trata de asumirlo incluyendo lo irreparable, hacer de una buena vez un gran balance, y proseguir la marcha liberados de un lastre paralizante.
Al mismo tiempo el país se ha trasformado en una especie de museo de debates que atrasan más de medio siglo.
Es hora de que nos liberemos de formas de pensamiento obsoletas, de una condición de esclavitud mental que nos ata al pasado.
Es hora de salir del museo.
« Rescataos de la esclavitud mental, solo nosotros podemos liberar nuestra mente » Así canta Bob Marley en « Redemption Song », donde « redemption » significa ante todo redención, pero también liberación de la esclavitud.
George Steiner y José Saramago han elegido NO como primera palabra de un vocabulario ideal y necesario.
NO es una de las palabras más simples y cortas, una palabra urgente y esencial.
Sin embargo, hoy es un arte difícil, y casi perdida, el de decir NO.
NO a la brutalidad de la política, a la locura de las injusticias económicas que nos rodean, a la inseguridad, a la corrupción, a la mentira, a la inflación, al envilecimiento de la moneda, a la invasión de la burocracia en nuestra vida cotidiana, a la penetración del espionaje en nuestra intimidad,a la degradación de las instituciones, a la identificación del Estado con el Gobierno y el partido gobernante, a la utilización de los pobres como clientela electoral,a la pretensión de cambiar nuestra historia.
Y tantos otros NO, que no son mera negación, sino que tienen sentido propositivo, constructivo, creativo.
Porque a cada NO debe corresponder un SÍ, para evitar que el país desemboque en otra frustración.
Debemos rebelarnos, y ejercer nuestra rebelión ahora, a través del voto, en agosto y en octubre.
Entendámonos.
Qué es un hombre en rebelión ?
Un hombre que dice NO.
Así empieza « L´Homme révolté »,el célebre ensayo de Albert Camus.
Y prosigue : « Pero si (ese hombre) rechaza, no por ello renuncia : es también un hombre que dice SI desde su primer movimiento. Cual es el contenido de este NO ? Significa, por ejemplo, « las cosas han durado demasiado », « hasta aquí sí, más allá no », « has ido demasiado lejos », « hay un límite más allá del cual no irás ».
Es decir, hay una frontera. Y debemos esforzarnos para que sea infranqueable.
Estamos frente a las elecciones.
Es tiempo de elegir.
Es obvio, pero conviene recordarlo, que la capacidad de elegir se nutre de la libertad, mejor dicho de las libertades, entendidas en una acepción ética, solidaria, empática :
Libertad de la necesidad, de la enfermedad, del abuso criminal, del atropello de los poderes públicos, de la explotación socia, de la ignorancia, de la pretensión de algunos o de muchos de imponer sus propias convicciones, o de interferir en la vida privada de los demás.
La elección es una cuestión fundamental.
Se trata de quien elige qué cosa, y en base a qué criterios.
Elegir es lo contrario a renunciar, al conformismo y a la cobardía.
Elegir es lo contrario a la indiferencia, que es abulia, parasitismo, el peso muerto de la historia.
La indiferencia actúa pasivamente, pero actúa.
Lo que está sucediendo en nuestro país, el mal que se abate sobre nosotros, se debe no solamente a las maniobras de pocos que actúan, sino también a la indiferencia, al ausentismo de muchos, que dejan hacer, abdican de su propia voluntad, y permiten que se junten tantos nudos que después solo la espada podrá cortar, que se promulguen tantas leyes inicuas, que suban y se enquisten en el poder tantas personas indeseables que solo la rebelión de los ciudadanos podrá abrogar y destituir.
Así, los destinos de esta época argentina están siendo manipulados por visiones mezquinas, por fines de corto plazo, por intereses, ambiciones y pasiones personales de pequeños grupos, mientras la ciudadanía y los partidos democráticos, hasta ahora, demoran en reaccionar con la eficiencia y la determinación necesarias y capaces para torcer el rumbo. Se empantanan en juegos formales, que aún si son respetables, no son producto de una punzante responsabilidad histórica.
Por eso debemos reaccionar contra la indiferencia.
Ya aburre el lloriqueo de los indiferentes –eternos inocentes- frente al desbarrancarse de la República. Y no solo de ahora, esto viene desde hace mucho tiempo y se ha repetido demasiadas veces. Habrá que recordarlas ?
Reclamemos a cada uno de ellos que rindan cuenta de si y cómo han cumplido los deberes que les ha planteado cotidianamente la vida, de lo que han hecho, y, especialmente, de lo que no han hecho.
Esforcémonos por convertir a los indiferentes en ciudadanos proactivos.
Desearía recordar aquí a un muchacho de Minnesota, llamado Robert Allan Zimmereman, a quien todos conocemos como Bob Dylan, que con el pasar del tiempo se trasformó en una de las más importantes personalidades artísticas y culturales del siglo XX. El señaló con su índice acusador lo que consideraba la más insoportable demostración de inhumanidad del hombre: la indiferencia !
Así dijo en « Blowing in the Wind », esa hermosa canción de protesta que nadie que la haya escuchado podrá olvidar :
« How many times can a man turn his head
« Pretending that hi just doesn´t see »
(Cuántas veces un hombre podrá dar vuelta su cabeza, fingiendo simplemente no ver).
Demos nuestro SI por la Republica, justa y libre, y situémoslo en el marco de la esperanza.
El 3 de enero de 2008, después de la victoria –inesperada y sorprendente- en las primarias demócratas en Iowa, en un discurso memorable, dijo Barack Obama : « Nuestro destino está escrito no para nosotros, sino por nosotros ».
Estas fueron sus palabras :
« Esperanza. La esperanza es lo que me ha traído hasta aquí hoy. Con un padre de Kenya, con una madre de Kansas …La esperanza es el fundamento de nuestro país. La convicción de que nuestro destino será escrito no para nosotros, sino por nosotros, por todos los hombres, por todas las mujeres que no quieren conformarse con el mundo como es : que tienen el coraje de rehacer el mundo como debería ser »
Con todo respeto las hago mías y las dirijo a mi país.
Votemos por una República democrática, por un país desarrollado, unido en Justicia y Libertad !
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*El autor es abogado.
No se trata de un comentario sobre la excelente nota del Dr. Román Frondizi. Sólo aprovecho el privilegio de utilizar este espacio como codirector del block. Y lo hago para destacar las coincidencias con el autor acerca de la utilización de los NO y de los SI, recurso ingenioso para esbozar un programa mínimo que nos ayude a superar la crisis institucional.
En el artículo que escribí para el sitio “El Tonto y los Sabios” (publicado después en Con – texto) con el título “Los Argentinos en las Calles”, me referí a la concentración del 8/N 2012 en torno al obelisco.
Destaco en él la gran cantidad de lemas en pancartas con reclamos, aspiraciones y consignas. Todo en términos simples sobre problemas concretos. Ninguno con planteos ideológicos o exigencias revolucionarias. Todos con legítimas condenas y denuncias pidiendo cambios.
La presidente, con la pedantería habitual de su cotidiana oratoria, afirmó que “faltan propuestas”. Ignora así clausulas constitucionales y que las propuestas de la oposición duermen en un parlamento que sólo trata lo que le remite el P.E.
En síntesis, quiero destacar que el artículo de 2012 auspiciaba limitar los temas que afronta el país con algunos simples y rotundos NO y otros tantos SI:
NO violar la Constitución Nacional
NO mentir
NO robar
NO intentar perpetuarse en el poder
SI al equilibrio de los tres poderes, al catamiento del P.E., a las sentencias judiciales. al funcionamiento de los entes de control.
SI al desarrollo económico y promoción de inversiones
SI a la creación de fuentes de trabajo, atención prioritaria de salud, vivienda, educación y
cultura.
En conclusión, las coincidencias con el certero análisis de Frondizi comportan también una conclusión compartida: los argentinos no quieren cambiar hoy el gobierno, pero sí que el gobierno cambie ya de política.
Que no siga con el relato de los hechos para servir a un presunto modelo, contra cara del progreso y desarrollo nacionales.
Nestor Grancelli Cha
ngrancellicha@yahoo.com.ar