TESTIGOS DEL PERONISMO REAL por Esteban Lijalad* quinta entrevista
Ernestina Gamas | 31 mayo, 2013Con esta entrevista continuamos con la serie realizada por nuestro colaborador Esteban Lijalad
Ludovico Ivanissevich Machado
Esteban Lijalad Quisiera una breve autobiografía suya…
Ludovico Ivanissevich Machado: Nací en 1927 en Buenos Aires, así que vaya calculando la edad…Estudié la primaria en un colegio inglés privado y la Secundaria la empecé en Mendoza porque mi padre estaba haciendo trabajos de hidráulica allí. Y después seguí acá en el Nacional Sarmiento, donde fui compañero- no de clase pero sí de colegio- de Martínez de Hoz. Y allí fui abanderado, en fin, un alumno sobresaliente. Después ingresé en la Universidad, con grandes dudas, pero ingresé en Ingeniería, porque mi padre era ingeniero, entonces me parecía que me correspondía entrar allá. Entré en el año 44. Salí en el 52 porque perdí un año por un surmenage. Con lo que mis padres, para “despejarme” me mandaron a Europa y ahí pude hacer cosas interesantes para mi formación cultural. En ese momento estaba el Protocolo Franco-Perón, por el cual nosotros le dábamos trigo casi gratis a España. Como la comunidad internacional la tenía aislada a España…Así que a los argentinos nos recibían de una manera espectacular. Ya al ingresar a la Universidad había una gran politización.
EL: En su casa se hablaba de política?
LIM: Bueno, mi tío fue Ministro de Educación de Perón. Oscar Ivanissevich. En cambio mi padre era rotariano, y era liberal. Pero se querían mucho como parientes. Discutían mucho, especialmente con Mamá, que era fanáticamente antiperonista…Así que imagínese.
EL:O sea, usted entró a la Facultad con algún recelo respecto del peronismo. Se le confirmó?
LIM: En la Facultad ya había habido una liquidación de profesores. Incluso mi padre renunció. El era profesor de Ingeniería Sanitaria y en un momento dado hicieron no recuerdo qué cosa, algo muy prepotente por parte del Gobierno y él renunció para no estar en esa situación de sometimiento porque le obligaban a firmar una adhesión al Gobierno. Yo, tiempo después, era ayudante de Cátedra y me obligaban a que estuviese afiliado al Partido Peronista y yo no me afilié. Entonces no seguí la carrera docente, se interrumpió mi carrera.
EL: Le exigían que fuera afiliado…quienes?
LIM: Ah sí. El Decano. Los Decanos ya eran nombrados por el Gobierno, no eran elegidos por el Gobierno Tripartito, sino que eran Decanos Interventores, designados a dedo. Entonces, era de alguna manera ofensivo, pero todavía funcionaba en los primeros años el Centro de Estudiantes en la Facultad. Cosa que después, en el 50, ya estaba fuera, expulsado. El Centro fue expulsado de la Facultad. Dejaron que tuviese un local lejano.
EL: Usted militaba en alguna agrupación
LIM: No, yo todavía no militaba en nada, hasta el quinto año. Estaban o los Reformistas o la lista Independiente, que decía que no quería la política en la Universidad. Cuando se crea la Confederación General Universitaria, la CGU, que era la agremiación del Gobierno, en la Facultad en total había doce miembros, más no había. Los alumnos, aun los Independientes, no eran peronistas. Entonces, en ese momento, se disuelve la lista Independiente, se dividen. Quedan como una nueva agrupación reformista, pero más a la derecha. No eran comunistas, pero eran reformistas. Pero estaba la gente del socialismo.. y yo no me sentía interpretado por ellos, y entonces con los que eran de inspiración cristiana- en ese momento en Europa había triunfado la Democracia Cristiana- y nosotros tuvimos una gran influencia de eso. Era una gran apertura frente al catolicismo tradicional de acá que era muy nacionalista, muy de derecha.
EL:Y muy cercanos al Gobierno
LIM: Sí, claro. Para nosotros se producía un contagio de lo que sucedía en Europa. Para nosotros Jacques Maritain era un referente. El “Humanismo Integral” es el libro clave de él. Yo era postconciliar antes de que hubiera habido el Concilio Vaticano…Los tradicionales eran Mario Amadeo, los nacionalistas de derecha…
EL: El Padre Meinville…
LIM: Uh! No, ese era nazi directamente, terrible. Nosotros estábamos cerca de Monseñor de Andrea y de Franceschi que dio una vuelta y se puso en contra del Gobierno.
Entonces creamos la Agrupación Humanista Renovadora, que fue la primera agrupación cristiana que apareció en toda la Universidad, se nos vino detrás toda la derecha, y los reformistas tenían miedo de que en las primeras elecciones del Centro llegáramos a ser mayoría. Así que entonces vinieron a vernos a los fundadores y nos dijeron si no queríamos esperar un año más para presentarnos. Estábamos muy inseguros, recién empezando y al final quedamos amigos íntimos. A mi me nombraron Presidente de la Comisión de Cultura- el Centro ya era clandestino- Así que había una unión entre los reformistas y nosotros, muy grande. Pero entre nosotros había necesidad de una fundamentación filosófica que no fuera materialista. No era confesional de ninguna manera, sino íbamos a tener a todos los sacerdotes de la Curia encima. Ahí empezó el Humanismo, en la Facultad de Ingeniería.
EL: Recuerdo que en los 70 aun se hablaba del Humanismo de una de las grandes corrientes universitarias, junto al Reformismo. Después irrumpieron los peronistas.
LIM: Sí, así fue. Entonces, viendo el eco que tenía, empecé a hablar con gente afín de Medicina, de Farmacia, de Derecho y a formar grupos fundadores de agrupaciones Humanistas en cada una de esas facultades.
EL: No había referencia nacional en ese entonces
LIM: No, no. El Partido Demócrata Cristiano fue posterior, fundado en Rosario, en la casa del dr. Lewis que era amigo nuestro. Ayarragaray que venía de la derecha, Lewis y Ordóñez eran los primeros que formaron el grupo político. Pero nosotros estábamos solos, aun no estaba ese grupo. Fuimos como un germen , fui de la Junta Promotora
EL: No era fuerte en Córdoba el Humanismo ?
LIM: No, en Córdoba como ellos son cordobeses y eran “aparte”, decidieron llamarse Personalistas. En cambio en Bahía Blanca, en Rosario fuimos instalándonos.
EL: Tengo entendido que Julio Bárbaro viene del Humanismo
LIM: Sí, señor. De Agronomía y Veterinaria.
EL: Que sentía en relación al país, al Gobierno peronista
LIM: En una de las reuniones de la Federación Universitaria , yo era delegado de la FUBA ente la FUA, entró la policía y nos metió a todos presos. Estaba prohibido hacer reuniones sin pedir autorización 15 días antes. No se podía hacer una reunión ni siquiera privada. Eso era así.
EL:Estas cosas hoy las escucha un joven y no lo puede creer. Que se deba pedir autorización en la Universidad para hacer una reunión.
LIM: Había que pedirle permiso a la policía. Pero no lo hacíamos, por eso caímos presos. Caímos con Weinschelbaum, con Selser con quien nos hicimos grandes amigos y que cuenta todo esto en un libro. Estábamos presos y viene él y de repente ve un grupo, de distintas facultades, reunidos en un rincón, que estábamos rezando el rosario en Villa Devoto. El se quedó conmovido y dijo “Es la primera vez que veo católicos que estén de mi lado”. El se acercó mucho a mí, era socialista, trabajaba con Alfredo Palacios. Fue recomendado por Palacios en La Prensa para trabajar.
EL: Antes de la confiscación, supongo
LIM: Sí, claro. Esa fue otra de las cosas que pasó como índice de la falta total de libertad de prensa. Nunca hubo menos libertad de prensa que en esa época. Nosotros sacábamos un periódico clandestino que se llamaba “Testimonio” un periódico que salio 4 o 5 veces.
EL: EL asunto es que ustedes estaban presos y rezaban el rosario y los otros no entendían nada.
LIM: Los otros chochos de ver una cosa novedosa, una cosa muy, muy…Eran grandes pabellones, nos trataron bien. Tenía un miedo de que nos pegaran. En otras oportunidades se ponían en fila y les pegaban a los que iban pasando.
EL: Eso fue lo peor que sufrió en lo personal en esos tiempos
LIM: Sí, a partir de entonces nos cuidábamos más. Hacíamos funciones de cine y de música y ahí avisábamos, venía la policía y verificaba.
EL: Volviendo un poco atrás. Usted el 17 de octubre del 45 ya estaba en la facultad. Tiene algún recuerdo de ese hecho
LIM: Sí, claro apedrearon mi casa! (risas) Parece que un chico que estaba en nuestro departamento tiró un cohete a la gente que pasaba y los tipos se pararon y apedrearon la casa, así que, ese recuerdo lo tengo. Yo todavía no estaba en la Universidad, no participaba en las marchas que hubo de la oposición. Yo estuve en Plaza San Martín, donde hubo un tiroteo. Mataron a un médico, Ottolenghi. Para nosotros era una cosa fachistoide, completamente fachistoide. Con los antecedentes de Perón que había sido Agregado militar en Italia…Para nosotros el fascismo de Perón era un dato de la realidad, nadie dudaba de eso. En ese momento era así. Luego fue cambiando como producto de las circunstancias. El empezó a darse cuenta que con esa manga de inútiles como Farrel- pobre hombre- no podría avanzar. Por eso con la Acción Social iba a obtener una base de apoyo muy importante para tener una salida… Entonces el se fue transformando poco a poco también, fue un proceso dialéctico. Se acercó gente del radicalismo, Forja. Entre los socialistas estaba Borlenghi, pero era gente más corrupta. No era la mejor gente, pero en cambio Jauretche y el grupo de Forja, gente a la que he respetado. Pero Borlenghi o entre los radicales, Quijano…
EL: Como veían a Evita
LIM: Como un instrumento de Perón, sí, como un instrumento. No tenía ninguna cultura, no tenía realmente ninguna ideología política ni nada. Era una persona de una gran vivacidad y de una ambición tremenda. Se supo convertir en exclusiva de Perón, sonsa no era. Pero no tenía cultura, no tenía ideología, sus discursos eran vacíos, incluso su libro, escrito por otro. Era pobrísimo su discurso, siempre reiterativa, pero la verdad es que la enfermedad hizo que su figura…en fin. Mi tío era tan peronista que lo llamaban Evanissevich, en La Vanguardia. Esto no lo puedo asegurar, no tengo pruebas, pero parece que cuando le dijo a Perón, “mire, su mujer está muy enferma” – el era una eminencia como cirujano- y vino el famoso cuento de la cachetada, no se si hubo o no una cachetada pero hubo una “excomunión “ ahí. Evita se enteró de alguna manera y no quiso saber más nada con él. El desapareció, nunca volvió. Muchos años después fue ministro de Isabel.
EL: El era de derecha
LIM: El era de derecha si. El le anunció a Perón la enfermedad. Ante la gente, a mi no me consta, no puedo…el era mudo, no comentaba nada, era muy callado. Pero, me consta que se habían distanciado y cuando muere Evita él no sabía que hacer. Mi Mamá misma le dijo “Mire, usted tiene que ir a darle el pésame” Entonces cuando fue a dar el pésame, Perón le dijo “Ay Ivan, si le hubiéramos hecho caso, si ella le hubiera hecho caso”. Eso si me lo contó.
EL: Como vivió, como cristiano, la ruptura de Perón con las Iglesia, que lo había apoyado durante mucho tiempo..
LIM: Claro, yo les dije a todos. “Vieron? (risas) Vieron que era como yo decía?” Esa era mi posición, ahora todos se habían dado cuenta de que había algo ..
EL: Cómo se desencadenó el conflicto? Perón hizo algo, la Iglesia hizo algo, no me lo termino de explicar
LIM: Por que se produjo no? Estoy tratando de explicar qué pasó…Yo creo que es por el Poder. El Poder es tremendo, el poder te lleva a absorber más y más. Ya no había nada que no fuera peronista. No había una radio, diarios, solo La Nación. Yo me acuerdo de Caggiano diciendo que “hay que subirse al tren, hay que subirse al tren”, era un obispo muy peronista. Todos los católicos veían al Gobierno peronista como algo bueno…y de repente se produce una ruptura. Cómo fue el hecho, la verdad, no me queda claro. Estuvo la marcha de Corpus Cristi: Convocó la Iglesia pero vino todo el mundo, los opositores. Pero se veía ahí, ya a los curas, con sotanas, ya arengaban a sus grupos, la cosa ya estaba mal. Después vino la quema de iglesias, donde la gente decía “leña, leña”, después del intento revolucionario de junio del 55. Y él les dijo “Vayan ustedes a dar leña”
EL: La Iglesia a pesar de eso que es lo más grave que le puede pasar, que les queman iglesias…en Rusia los comunistas hicieron algo parecido y fueron excomulgados. Pero acá, la Iglesia, siempre siguió siendo properonista, a pesar de eso, o no?
LIM: En ese momento no. Años después, sí. Perón fue a reconciliarse, hizo algunas maniobras para eso. Había sido excomulgado. El fue y pidió una reconciliación.
EL: Usted, hacia el final del gobierno, tuvo una actividad política, se organizó para la posible caída del Gobierno
LIM: Yo soy pacífico por naturaleza, pero en ese momento con todo lo que pasaba, a un amigo que estaba en los grupos organizados, de apoyo a la Revolución, los Comandos Civiles, le presenté amigos de nuestro grupo para que fueran y participaran. Pero yo no, porque era inútil, no sabía manejar un arma.
EL: La cosa entonces venía por ahí, por los tiros, por la posibilidad de apoyar una revolución
LIM: Sí, si , no hay ninguna duda. Y cuando triunfa la Revolución, el primer ministro de Educación que nombra Lonardi, Dell Oro Maini. Yo ya me había recibido, pero me vinieron a ver con David Viñas, para que fuéramos a verlo a Dell Oro, para pedirle que nombrara un Rector que fuera realmente representativo de lo que era la Universidad, que no fuera a nombrar un tipo de derecha…Y entonces yo encabecé esa delegación de estudiantes y graduados, lo fuimos a ver a Dell Oro y le pedimos eso, y fue así como designó a José Luis Romero, que no era para nada de su factura ideológica. Yo me sentí protagonista.
En la Revolución de septiembre yo participé en los festejos, fuimos a recibirlo a Lonardi al Aeropuerto, él venía de Córdoba, fue una alegría para mí. Después fue un poco de desilusión, las marchas y contramarchas. Cuando subió Aramburu yo era de los que estaba a favor, frente a lo que eran los “lonarditos”, ese grupo que volvía a ser la derecha
EL: Luego del 55, tuvo alguna actividad política, fue invitado a participar de algún gobierno
LIM: Yo fui promotor del Partido Demócrata Cristiano. La primera comisión, pero después de eso todo el grupo de Ordóñez y compañía, copó de alguna manera, el partido, lo que nosotros llamábamos la derecha. Entonces, yo me dije, no, para estar acá en una lucha interna… eso causó mi retiro. Y en lo político yo no intervine más en nada. Me ofrecieron, en la Revolución misma, yo era muy amigo de Muñiz, que luego fue canciller, pero yo no quise. Mi vocación era la Ingeniería y me fue muy bien.
En la Universidad si, el Movimiento Humanista llegó a ser mayoría. Ahí sí, me vinieron a ver “ustedes los graduados, los que tienen más experiencia tienen que estar con nosotros, porque ahora podemos imponer un Rector nosotros”. Entonces en esa búsqueda full time, me la pasé buscando qué Rector se podía proponer para elegir por la Asamblea, porque teníamos mayoría. A la tercera votación salió Olivera. Y Olivera me pidió que lo acompañara como Secretario General de la Universidad y ese fue el cargo público que tuve durante cuatro años. Ya estaba Fernández Long en el rectorado cuando el golpe de Onganía. Y él hizo una declaración que comenzaba con la frase “En este día aciago…” Un mes después, Onganía intervenía la Universidad.
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* es sociólogo e investigador cultural
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