MONTMARTRE Y EL TANGO por Carlos Manus*
Ernestina Gamas | 2 mayo, 2013Montmartre es una colina de 130 metros situada en la orilla derecha del río Sena, en el XVIIIème Arrondissement de París (Distrito 18°), conocida por la cúpula blanca de la Basílica del Sacré Coeur ubicada en su cumbre.
“Para conocer el alma de un poeta, dijo Baudelaire, hay que buscar en su obra aquellas palabras que aparecen con mayor frecuencia; esas palabras delatan su obsesión”. “Montmartre” es la palabra que más se presenta en los tangos que recuerdan a París.
El tango se inspiró en las experiencias vividas, soñadas o imaginadas por los poetas en la Butte (la cima) y dejó una innumerable cantidad de composiciones que rememoran a Montmartre.
Nardo Zalko (1941-2011), en el apéndice de su excelente libro París/Buenos Aires. Un siglo de tango , hizo una meritoria recopilación de los tangos que evocan a París, de los cuales he seleccionado algunos que citan a Montmartre:
Piantié de Puente Alsina para Montmartre,
que todos me batían, pa m’engrupir,
“Tenés la pinta criola p’acomodarte
con la franchuta vieja que va al dancing…
¿Qué hacés en Buenos Aires? ¡No seas otario!
Amurá esas milongas del Tabarís…
Con tres cortes de tango sos millonario…
¡Morocho y argentino! ¡Rey de París!”…
¡Araca París! (1930). Carlos Lenzi
… Lejano Buenos Aires ¡qué lindo que has de estar!
Ya van para diez años que me viste zarpar…
Aquí, en este Montmartre, fobourg sentimental,
yo siento que el recuerdo me clava su puñal…
Anclao en París (1931). Enrique Cadícamo
Mamuasel Ivonne era una pebeta
en el barrio posta del viejo Montmartre,
con su pinta brava de alegre griseta
animó las fiestas de Les Quatre Arts.
Era la papusa del Barrio Latino
que supo a los puntos del verbo inspirar…
Pero fue que un día llegó un argentino
y a la francesita la hizo suspirar…
Madame Ivonne (1933). Enrique Cadícamo
… Montmartre es luz, es cocktails, torre ‘e Babel,
abismo del otario, puerto del vivo,
vidriera de los vicios y mostrador
donde se cambia el oro por las mentiras
y se compra al contado el falso amor.
Montmartre…
Place Pigalle… La media noche…
Montmartre…
Cortesana en regio coche
los besos del champán…
La útima copa
la beberé en la boca
perfumada de la mujer de París…
Noches de Montmartre (1932). Carlos Lenzi
Tal vez nadie, ni sus propios poetas, cantaron tanto a ese distrito como los poetas de las letras de tango.
Mayo 1°, 2013
* Licenciado en Administración de Empresas y Escritor