A LA MEMORIA DE MARCELO AFTALIÓN por Ernestina Gamas
Ernestina Gamas | 8 julio, 2012
Para Marcelo, quien se fue dejándome esta frase:
“si no se puede informar el porvenir con ayuda de una gran batalla, es preciso dejar huellas del combate, las verdaderas victorias sólo se consiguen a largo plazo y de cara a la noche”
Rene Char
I
En un desesperado soliloquio
tironeaban la sombra
decían…..
contradecían…….
acortaban distancia sobre la piel
II
fueron
las muchas vanas despedidas
lazos que anudan el silencio
palabras
que se niegan a partir
III
recuerdos……..
detrás de la mirada
senda en el páramo
son las hilachas urdidas en el sueño
que el aire va enredando.
Una falla en la noche…..
sobresalta
IV
atemoriza
el suelo sísmico del silencio
Por eso no dejo de nombrarte
y camino sobre el eco
de mi voz
V
tu voz
nombrándome
es el revés
de mi vestido
no hay nada del derecho
sólo tu ausencia
y tengo frío.
Marzo 2004
Durante años trabaje en una consultora que daba capacitación en microinformática (Excel Word etc.) Uno de mis alumnos fue el hijo de Marcelo Aftalión, que un día me dijo: «che mi viejo necesita alguien que le enseñe a manejar bien el word, vos podrías?
Son esas oportunidades que te da la vida de conocer gente que te dejan una huella imborrable. Recuerdo esas tardes ayudándolo en la confección de esos newsletters que con tanta pasión y sabiduría escribía, describiendo y haciéndonos abrir los ojos acerca de una época nefasta para la Argentina (años 90), cuando nadie o muy pocos lo hacían.
Mi grato y eterno recuerdo a un sociólogo, abogado (aunque el prefería que lo llamen de la primera manera) brillante, sanguíneo pero sobretodo poseedor de una ética a prueba de balas.
Adrián Rojo