HUGO GAMBINI por Esteban Lijalad*
Con-Texto | 20 junio, 2019
Con motivo de la reciente desaparición del gran periodista Hugo Gambini, con-texto quiere rendirle homenaje re-publicando una entrevista que le hizo Esteban Lijalad y que fue publicada en este sitio en septiembre del 2012.
Despedimos al tan honesto y lúcido representante del periodismo argentino con admiración por una trayectoria ejemplar.
TESTIGOS DEL PERONISMO REAL por Esteban Lijalad (tercera entrevista)
Con-texto -| 15 septiembre, 2012
Hugo Gambini
Esteban Lijalad: Como sabrá, estoy interesado en escuchar a los testigos, a los que conocieron y sufrieron el primer peronismo, ese que en la leyenda construida aparecía como una Edad Dorada que había que recuperar. Le voy a pedir una autobiografía básica suya
Hugo Gambini: Bueno, yo terminé el Nacional en el año 51. Cuando yo termine estaba el peronismo: entre los estudiantes no había peronistas, en general la gran mayoría eran antiperonistas, porque las familias eran antiperonistas y ellos también. Casi todos, porque no había de qué agarrarse. El Ministro de Educación era , primero, Ivanissevich que se mandaba discursos que en el colegio lo pasaban por parlantes, era muy alcahuete, muy chupamedias. Se refería a Evita como “Señora Presidenta”…Y después vino Armando Méndez San Martín, que fue el que cambió los libros del colegio primario , el que puso los libros esos donde había una ilustración de San Martín y abajo decía “Viva Perón”. ¿Y que tiene que ver San Martín con Perón?
Las familias de clase media no eran peronistas, sobre todo en la Capital donde siempre le costó ganar al Peronismo. Tanto es así que Subiza que era uno de los ministros de Perón, cambia todas las circunscripciones, junta Recoleta con Mataderos, para sacar votos por acá y por allá. Para una elección que la ganó por unos cien mil votos, el peronismo metió a todos los diputados, y entró solo un diputado por la minoría. Digamos , como colado, en una elección que era más pareja, digamos un 60 a 40.
EL: A pesar que era muy chico, tiene algún recuerdo del 17 de octubre del 45?
HG: El 17 de octubre tengo recuerdos muy vagos, pero lo que tengo son muchos testimonios de amigos míos, incluso de la familia, por que se comentaba en mi casa eso. Yo vivía en Floresta, para mi la vida era ir a jugar a la pelota en el potrero de enfrente, pero la política me llamaba la atención, me gustaba. Mi hermano tenía seis años más que yo y a él le atraía la política. En relación al 17 de octubre se hablaba que había gente que había venido de afuera, de Berisso, de Ensenada y que iba a Plaza de Mayo y que todos estábamos esperando que pasaba con Perón y de pronto aparece de nuevo- el hasta ese momento estaba preso,- hablando por radio a las doce de la noche, una cosa muy rara, nadie entendía muy bien, ¿Qué pasó en la Plaza? Había ido gente a ver que sucedía. Pero en realidad no pasó nada, en comparación con todo lo que se inventó después. Debe haber habido a lo sumo diez mil personas, no más, que es mucho para la época. Yo tiempo después encontré un texto de él, una explicación que se publicó en alguna imprenta del Estado. Y ahí Perón lo describe como un problema interno entre militares. Perón tenia mucha oposición en el Ejército, pero sus partidarios van desplazando a los que se oponía. Por el lado de los sindicatos Perón tenía el apoyo de Cipriano Reyes, que era el que manejaba todo Berisso, con el sindicato de la carne, era un dirigente muy importante. En la parte política, había políticos que venían del nacionalismo y del conservadorismo de la Provincia de Buenos Aires. Cámpora era uno de ellos, esos los maneja el que después fue Canciller, Bramuglia, que organizó el apoyo de los políticos a Perón. Volviendo al 17 de octubre: en el momento no fue un hecho tan importante como después se lo caracterizó después, poco menos que la Revolución Francesa. No fue eso. Un amigo bastante mayor, que estaba haciendo la conscripción contó después que todo fue tranquilo, que no había tanta gente. La policía era properonista, así que no hubo represión. No hubo destrozos, la gente se comportó muy bien.
En el año 51 termine el secundario y al año siguiente, cuando cumplí 18 años, me afilié al Partido Socialista, porque yo tenía una vocación política. Me afilié en el local de Flores y tenía una militancia muy precaria. Recuerdo cuando incendiaron la Casa del Pueblo, todos fueron pero yo no. Lo que había en esa época era una propaganda oficialista que era asfixiante, no se podía zafar de eso. Ponías la radio, y hablaban de Perón. Los diarios o estaban clausurados, los de la “contra”, o eran diarios peronistas. Las radios eran todas peronistas, estaba la Cadena de emisoras. Después apareció la televisión, también peronista. Ibas al cine, pasaban noticieros, eran peronistas, Sucesos Argentinos. Era insoportable. Carteles ni hablemos, los sindicatos colgaban sus carteles de apoyo a Perón. Había propaganda en los colegios, propaganda en todos lados. Las calles: las calles se llamaban Perón, 17 de octubre, Eva Perón, los pueblos, las provincias, había una propaganda peronista asfixiante. Todo eso nos tenía bastante podridos a todos, a los estudiantes ni hablemos, sobre todos los universitarios que fueron los que hicieron la gran batalla. Ahí Gibaja tuvo una gran actividad porque era el presidente de la FUBA. En cambio los obreros eran peronistas, porque les habían dado lo que ellos querían. Pero había algunos pequeños focos antiperonistas, sobre todo los ferroviarios estaban en contra, los telefónicos habían hecho una huelga, las chicas telefonistas, las torturaron. Porque se había generado , además de la propaganda, una represión que la manejaba un señor llamado Solveira Casares que era un militar que se pasó a la Gendarmería y lo habían mandado al norte donde había estado manejando los institutos penales y era un cabrón, un tipo que tenía gente para darles la “biaba” a los políticos. Porque los delitos comunes se pagaban en la cárcel, iban presos, nada más. Pero los delitos políticos ni figuraban. Cosa que si alguien le aplicaban la picana, nadie se enteraba. Pasó con el estudiante Bravo que casi se les fue, lo tuvieron que soltar, porque los universitarios hicieron una gran alharaca con eso “Donde está Bravo?”. Y aparece por ahí, lo curaron, lo vistieron, lo bañaron, le dieron la ropa de él planchadita…y lo soltaron por el Gran Buenos Aires, Todo eso fue incubando obviamente la revolución, porque había un problema en el Ejército. Las mujeres de los militares le decían “Viejo, como es esto? ¿estamos en contra de la Iglesia? “ Lo que pasa que Perón entró en conflicto con la Iglesia, que hasta ese momento lo acompañaba. Hubo un episodio en Córdoba el día de la Primavera, que se hacían tradicionalmente unos actos , unos festivales de bailes estudiantiles y la UES , que era el organismo juvenil de propaganda que tenía el Gobierno en los colegios, le había aparecido una oposición en Córdoba. La Iglesia había movido para el 21 de septiembre un gran desfile de carrozas y lo hizo con más gente que el peronismo. Era más importante el desfile que hizo la Iglesia que el que hizo la UES en Córdoba..A raíz de eso se le piden explicaciones al Obispo y este dijo “nosotros no hicimos nada especial, la Acción Católica busca atraer a la juventud…” Eso fue mal visto y comenzó a haber un enfrentamiento, que no existía antes. El gobierno quería que hubiera una Iglesia Peronista – ahí se le fue la mano-. Eso pasa a Buenos Aires y la cosa se va caldeando, porque la UES va tomando cada vez más fuerza. Lo que pasa es que cuando muere Evita, Méndez San Martín dijo que había que hacer algo para alegrar al General, entonces le inventó la UES con la base de los clubes colegiales que había en los colegios. La UES se divide en la rama femenina y la rama masculina, la rama femenina , le da una sede , en la Quinta de Olivos, donde vivía Perón. Y la sede masculina estaba en la calle Suipacha. El hecho es que a partir de estos problemas, las mujeres de los militares empezaron a cuestionar cosas del gobierno. En los púlpitos se empezó a hablar mal del Gobierno, cosa que no habían hecho hasta ese momento. Empiezan a hablar mal de la UES, diciendo que era todo una especie de “farándula”, que no era tanto, pero se vivía así, y todo eso va empujando al Ejercito a juntarse con la Marina. La Marina estaba en contra, nunca fue peronista. En el Ejército comienza haber una oposición al Gobierno. Está Lonardi por un lado, y Aramburu por el otro. Aramburu era el jefe de la Revolución , pero no se animaba a salir . En cambio, Lonardi dice, “si no salimos tal día, no salimos nunca”. Y se arma la conspiración y va Lonardi a Córdoba y levanta la Escuela de Artillería si mal no recuerdo.
EL: Volviendo a su historia
HG: Cuando termino el secundario entro a Arquitectura, pero estuve un año nada más. Estaba en el Partido, participé en la creación del Centro de Estudiantes , pero tenía una actividad muy simple, muy de barrio: pegaba carteles, pero durante el Peronismo no podíamos hacer nada, nos juntábamos nada más. Me gustaba el periodismo. Cuando se produjo el levantamiento nos reunimos para comentar las noticias, aunque la radio no informaba nada. La única radio que hablaba era la voz de la libertad, de la base de Puerto Belgrano que era la que hablaba de la revolución. La gente de la calle quería saber qué pasaba. En la radio había un programa que hacía Camarota y Delfor que había tomado una película norteamericana que transcurría en medio de la selva., y siempre que había un ruido o algo sorpresivo un tipo preguntaba “qué pasa” y otro le contestaba “deben ser los gorilas, deben ser”. Y eso se hizo popular y hasta se armó un cantito con eso “deben ser los gorilas, deben ser” y la gente como no sabía que pasaba con la revolución y lo repetía como respuesta a “que pasa?” “Deben ser los gorilas” y ahí salio la palabra gorila, porque durante el peronismo esa palabra no existió. El que estaba en contra era un “contrera”.
No sufrí nada en carne propia. Con el peronismo se había producido una especie de “destape” sexual, Entonces , a los 18 años ya pude ir a ver un espectáculo prohibido para menores, donde aparecían señoritas…Era el “Florida”. Y recuerdo que a las ocho y veinticinco (hora que en la radio se repetía todos los días que Evita “había entrado en la inmortalidad”). en ese teatro se cierra el telón y sale una de las chicas, vestida con un traje sastre, tapadita, y dice “vamos a hacer un minuto de silencio en homenaje a la Señora Eva Perón”. Nos paramos todos, un silencio absoluto. Cuando terminó, volvió el show, con chicas en corpiño, etc. Había una mezcla. El Peronismo empezaba a promover cosas que “atentaban contra las costumbres”: una ley que equiparaba los hijos naturales con los reconocidos, pero ejemplo. Todas las leyes que son progresistas, como la del Divorcio ocurren cuando Perón se pelea con la Iglesia, como parte del conflicto, antes no, estaba todo igual. El Peronismo hace un vuelco en ese momento, hay un ablandamiento de las costumbres.
Empieza a haber una cierta oposición a algunas medidas del gobierno por parte sus mismos aliados, como los sectores nacionalistas, a raíz del acuerdo con la Standard Oil, que fue muy resistido. Jauretche, por ejemplo, renuncia al Banco Provincia porque querían que el deniegue unos créditos a La Prensa.
Hubo gente que con los años pasó del antiperonismo a acercarse al peronismo. Yo eso nunca lo entendí. A mi no me pasó eso. Yo lo que viví, lo viví. Yo puedo aceptar muchas cosas del peronismo. Más que las leyes sociales, que muchas ya estaban, lo que hizo Perón fue crear los Tribunales laborales, que hacían cumplir las leyes. Le dio una dignidad al trabajador que hasta entonces no la tenía, eso fue importante.
Lo que hubo fue una pérdida de valores, que hasta hoy se ve. No hay respeto a los valores. El Peronismo fue culpable de eso. Además se creó una especie de alcahuetería que yo describo en mi libro, se inventaban cosas increíbles. Se modificaron las circunscripciones para que el peronismo gane en la capital, en la Provincia va Aloé que era impresentable, Mercante era un genio al lado de Aloé, un tipo sensato. En la segunda etapa, en segundo gobierno, el Peronismo hizo todos los desastres que puede hacer un gobierno. Que no tenía porqué, por que los votos los tenía, la gente lo votaba ¿para que carajo hace todo eso?. No tenía sentido: cambiaba el nombre de las calles, de las provincias, una alcahuetería. Se rajaba a los empleados públicos que no eran peronistas. Dividió el país, porque hubo enfrentamientos entre gente amiga, que no se podían ver, se peleaban. Todo eso muy fue muy nocivo. Era como una sobre actuación.
La desaparición de Evita lo único generó fue que Perón se sintió libre para hacer lo que se le ocurría, sin la critica que le podía hacer Evita. Aparecen personajes siniestros como Méndez San Martín, Subiza era un tipo siniestro. Era un abogado que en octubre del 45 lo esconde a Perón en una quinta que él tenía por el Tigre. Subiza es un tipo muy intrigante.
La muerte de Evita genera toda una alcahuetería, un exceso en el cumplimiento del luto, se para el país 15 días. Evita era distinta a Perón, era muy fanática, de tomar las cosas con muchas vehemencia. O te quería o te odiaba y te hacía sentir las dos cosas. Es lo que le paso a algunas actrices, como Libertad Lamarque, a Niní Marshal.
Una anécdota previa a esto, fue como Perón insistió que la mujer de Guardo- el Presidente de la Cámara de Diputados- acompañara a Evita en su viaje a Europa. A pesar de ser madre reciente, la Sra. De Guardo no pudo negarse a la presión de Perón. La acompaña en su gira, pero al volver Guardo había caído en desgracia, Perón no lo recibe, hasta lo borran de las fotos…
EL: Se puede hacer un balance del Peronismo, por qué sigue vigente
HG:. El Peronismo sacó a la luz a lo más negativo que tiene el argentino como ser humano, lo puso a relucir. Es una opinión personal. Sacó la cosa jodida, todo lo que antes se respetaba, ahora no se respeta. El Peronismo fue rompiendo barreras, límites para hacer determinadas cosas.
Hubo un día en que Frondizi iba a hablar por radio, después de 10 años, un opositor podía hablar por la radio. El hecho de que Frondizi pudiera hablar por radio hizo que el país pareciera a un partido entre Argentina y Brasil, hay que estar en casa y poner la televisión. La gente quiso estar en su casa a las 9 de la noche para escucharlo a Frondizi, que no dijo nada del otro mundo, pero era una voz diferente. Eso fue fundamental. El país entero se paró para escuchar a alguien en contra del gobierno. La gente estaba en contra del Gobierno, era una manifestación muy importante. El Peronismo, con la idea de Comunidad Organizada nunca le había dado lugar a la oposición. Después esta la Orden secreta Nro. 1, que era algo así como el cinco por uno. Cualquiera podía delatar a una persona sospechosa de opositora. La Orden es una orden interna que se la da a los subordinados.
Para terminar, el libro La Historia del Peronismo yo lo hice en base a las notas que había escrito en Primera Plana , en una sección que se llamaba así: Historia del Peronismo. Sobre todo centrado en el periodo de 1946, cuando sube Perón a la presidencia hasta el 55 cuando cae. También algo hay de la revolución del 43, pero no es mucho. Lo que yo hice fue corregir esas notas porque había muchos errores, había muchas rectificaciones de cartas de lectores, gente que agregaba datos…Bueno, yo tomé todo eso , lo actualicé, lo depuré, lo puse bien “pipí cucú” y cuando estuvo hecho salio el tomo 1 y el tomo 2. El tomo 1 es la primera presidencia y el segundo la etapa 52-55, que es más divertido…porque ahí están todos los desastres que se pueden hacer desde un gobierno, ahí los hizo todos. Es la segunda parte. Y después me preguntaban ¿y el tercero cuando sale? Ese lo tuve que empezar de cero, porque va desde la caída de Perón hasta la llegada de Alfonsín. Tuve que entrevistar a mucha gente…Yo lo que hice en la primera parte fue entrevistar a gente que habían sido funcionarios del gobierno de Perón y gente que había estado en contra: diputados, políticos. Y no hubo ninguno que me desmintiera todo lo que yo puse en el libro. Yo, por eso, lo doy todo por bueno, nadie me discutió nada.
*Sociólogo (UBA 1972) Investigador de Opinión Pública, procesos de mercado y Comunicación Social. Experto en investigación mediante el uso de encuestas. Titular de las consultoras Aresco (1984-87) Equas (1987-91) Sofres Ibope (1991-1993) Consultora Tesis (1993-2003). Asesor del Ministerio de Educación de Argentina, Área de Evaluación de Calidad Educativa (1996-1999)- Consultor PNUD ARG. 97/025 (2002-2004) Docente de la Universidad Nacional Tres de Febrero en la Maestría en Generación y Análisis de Información Estadística (2003-2004)Actualmente Director del GOP, Grupo de Opinión Pública de Comunicaciones Sudamericanas S.A ( htpp://consultoracs.com/cs/gop/ )