EL PAÍS DEL DISPARATE por Carlos Alberto Kreimer*
| 27 mayo, 2016Witold Gombrowicz en su Diario Argentino, hace una referencia a nuestro país como el lugar de la desmesura. Refiere que los argentinos cuando hablamos sobre nuestras proximidades somos inteligentes y sensatos, pero fuera de ese espacio nos gobierna la desmesura. Cuenta que estando en una ciudad que no cita y podemos inferir es Tandil, conversó con un empleado superior de una empresa metalúrgica y, refiriéndose a su trabajo, todas sus expresiones eran lógicas e interesantes; pero llevado a la historia afirmó muy suelto de cuerpo que en el enfrentamiento de La Calera en Córdoba en 1955 los muertos superaban la decena de miles. Se me ocurre seguir en esta línea para arribar a otro exceso, el país de los disparates.
Comencemos por el mundo sindical.
Quién es seguramente el más importante dirigente sindical del momento –que reunió en una convocatoria y movilización más de un centenar de miles de concurrentes- al otro día concurrió a un almuerzo con la Señora Mirtha Legrand y le llevó de regalo una valiosa joya. Criticado por ese hecho afirmó que su precio no era tan alto y que lo pagó su esposa en varias cuotas con su tarjeta de crédito. O sea que parecería que el problema fuera el precio y no que un dirigente sindical de ninguna manera puede hacer ese regalo. Es que, muy campantemente, los dirigentes gremiales cuando se le pregunta su profesión dicen sindicalistas y es así admitido naturalmente porque nadie cuestiona que dicha actividad debería ser una militancia y no un trabajo. Y si ello fuera poco se resisten con uñas y dientes a toda norma que exija hacer pública su declaración patrimonial. El más importante filósofo patrio ya los dijo: “…quevachache si ya murió el criterio…”
En SUTEBA (Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires) el Secretario General es Roberto Baradel. Todos los años cuando comienzan las clases lo vemos en los medios y si pone el pulgar para arriba comienzan las clases, pero si lo inclina hacia abajo se postergan. No es políticamente correcto decir que su imagen no inspira la confianza de un maestro al que le confiaríamos nuestros hijos; aunque este señor puede ser un profesor de filosofía distraído por sus elucubraciones a quién, por tal motivo, poco le importa su aspecto. Pero ocurre que el mencionado dirigente de los maestros y profesores, solo se desempeñó como celador. O sea su tarea de trabajo –que hace años que no la ejerce ya que goza (a lo mejor por suerte para los alumnos) de licencia gremial- se limita a pasar lista y ponerle una falta a los que no concurren y media a los que llegan tarde, pero ahora se especializó en la defensa corporativa de maestros y profesores. Es absolutamente inexplicable que los docentes que se dicen imbuidos del espíritu de la escuela Sarmientina tengan como máximo representante a un celador; ¿no sientes vergüenza? Además Baradel afirma que la calidad de la enseñanza no es buena porque los establecimientos carecen de bibliotecario, o sea que lo que le importan más al celador es la cantidad de afiliados cotizantes que la suerte de los educandos. Adelante con el filósofo de marras “…Ya nadie comprende si hay que ir al colegio/o habrá que cerrarlos para mejorar…”
Sigamos. En el Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTERH) ejerce la mayor jerarquía el Señor Víctor Santa María. El cargo en realidad de la agrupación de los porteros fue heredado del padre don Jesús San María. De donde se sigue los cargos sindicales, como en las monarquías se heredan, ya que el actual dirigente no ha sido portero sino, en el mejor de los casos, hijo en la portería. Adelante con este curioso caso. El actual dirigente abjura de la nominación de porteros de sus representados y exige que se los llame encargados de casa de renta. Tanto es ello así que ha planteado al organismo que castiga la discriminación (INADI) denuncias a quienes llamaron públicamente porteros a los encargados. Desde luego que ninguna prosperó ya que, en su caso, habría que cambiar varias letras a los tangos (“…portero suba y diga…” “…no hay porteros ni vecinos…”, etc.) y modificar la legislación (el decreto reglamentario de la ley de propiedad horizontal –firmado por Perón- refiere las comodidades del portero en los edificios). Pero un organismo del referido portero (perdón, encargado), se hizo cargo del cotidiano PAGINA12 y el hecho fue festejado con copas y alegría por los reconocidos periodistas y pretendidos izquierdistas, y todo se explica. Importa poco los antecedentes del dueño si va a pagar los sueldos cuando ya no lo hace el Estado. Continuemos con el filósofo: “…la biblia contra el calefón…”
Sigamos con los intelectuales
Insólitamente en su momento fue creada una Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional. Ese organismo en un país teocrático como el persa donde existen institucionalizado los “Guardianes de la Revolución” y como máxima autoridad el “Consejo de Expertos” sería arto comprensible, pero en una democracia occidental la mera creación parece un dislate. Quién fuera (ya que la SCEPN ha sido disuelta por la actual administración) su máxima autoridad el Dr. Ricardo Forster ha expresado recientemente su deseo: “Que al gobiernos de Macri le vaya mal para evitar que se vuelva al neoliberalismo”. ¿Cómo entender este ansia de un autonominado intelectual de izquierda? Descartando que un izquierdista pretenda volver a década que lo tuvo como animador y dejó un tercio de la población bajo la línea de pobreza (Observatorio Social de la UC) y cuatro millones de niños en el desamparo (UNICEF), solo podemos suponer ese deseo si piensa Forster que de continuar el deterioro social se llegará a una revolución que termine con la sociedad capitalista clasista y, entonces, ahora todo está claro. El Dr. Forster estará convencido que es necesario en tal contexto unificar el Pensamiento Nacional, ya no como en Irán sino como en la URSS. En una sociedad sin clases sociales no tiene cabida la disidencia partidocrática de los países capitalistas porque no hay burguesía y, entonces, con criterio stalinista solo explica la oposición la insania y lo locos al hospicio. Este deseo oculto pero razonable debe inspirar al revolucionario izquierdista que abjura, seguramente, del desarrollo capitalista que obstruye la conquista del poder por el proletariado. Continuemos con el filósofo: “…Al hombre lo ha mareao el humo, al incendiar/y ahora entreverao no saber dónde va/Voltea lo que ve por gusto de voltear…”.
Y para no cansar con los ejemplos remitámonos al otro intelectual de izquierda el Lic. Horacio González que en la misma década se opuso terminantemente a que el Premio Novel de Literatura Mario Vargas Llosa (no de Economía) inaugurara la Feria del Libro, de donde todo análisis ideológico debería comenzar por sus novelas. Valgan unos mínimos ejemplos en un rápido paneo. Tanto en La ciudad y los perros como en Pantaleón y las visitadoras produce, desde la realidad, la ficción y la ironía, una feroz la crítica al militarismo y a los militares peruanos. Las sangrientas dictaduras de Odría y Trujillo, son tratadas con un acabado conocimiento de los hechos en Conversaciones en la catedral y La fiesta del chivo. La izquierda y la guerrilla peruanas son abordadas en La historia de Mayta y Lituma de los lAndes. La vida de la trasgresora feminista Flora Tristán, utopista y militante precoz como mujer de principio del siglo 19 es descripta con lujo de detalles producto de una seria investigación, al igual que la de su nieto Paul Gaugin (compartiendo ambos una vida desmesurada a contrapelo de todas las convenciones de su tiempo) en El paraíso en la próxima esquina. La trayectoria de Roger Casement desde la referencia a la brutal explotación de los caucheros denunciando la mentira del pseudo filántropo Leopoldo II) en el Congo y en el Perú, hasta su rebelión como irlandés que, junto con su homosexualidad, lo llevan a la horca, son considerados en El sueño del celta. ¿Ninguno de los libros y los personajes allí tratados –que es lo que en definitiva importa y perdura de un escritor- conduce al Lic. Horacio Gonzalez a cuestionar a Vargas Llosa? Caben solo dos conclusiones: o no lo leyó, o desde el pretendido progresismo K a la obra del peruano –que es el motivo del Nobel y no sus simpatías políticas- no le entra una sola bala. Pero hagamos un juego de ficción. ¿Qué habría pasado si en la primera Feria porteña del Libro de 1975 (con el peronismo en el poder) el invitado a inaugurarla hubiera sido otro indiscutible Nobel de la lengua castellana: Pablo Neruda?. ¿No le reprocharía su Oda a Stalin a quién llamó “el más grande de los hombres sencillos” ; que forma parte de su obra poética galardonada por los suecos y no de sus adhesiones políticas? Y hubiera sido invitado a inaugurar la Feria a Gabriel García Márquez –otro galardonado con el Nobel- que adhirió fanáticamente a un régimen dictatorial como el de Cuba o en su momento a Georgie Borges que elogió en entrevistas personales a Pinochet y Videla, y de los peronistas dijo “ni buenos ni malos, incorregibles”; en estos casos ¿le habría pedido el director de la Biblioteca Nacional a los organizadores que cambien de intelectual? Y colmando todo razonamiento a Vargas Llosa la dictadura de Onganía le prohibió uno de sus libros (La tía Julia y el escribidor) Vuelvo a nuestro filósofo: “…vos resultás haciendo el moralista, un difrazao…sin carnaval…”
Pasemos a los políticos
Desde la ex Presidente de la Nación, hasta sus Ministros, Secretarios de Estado y altos funcionarios, son citados como imputados o procesados por la justicia por la investigación de delitos que pudieran haber cometido en el ejercicio de la función y entregan un escrito, redactado por sus abogados, negándose a responder preguntas que les formularán los respectivos jueces. Y cuando son abordados por los periodistas explican que nada tienen que ver con la imputación y las leyes procesales los autorizan a su negativa y manifestación. Esta conducta parece estar naturalizada como correcta. O sea “somos inocentes y nada tenemos que ver con la imputación” pero no contestamos la indagatoria. Este disparate está naturalizado. Los llamados a la justicia no son presuntos delincuentes como cualquier otro imputado, tiene responsabilidades políticas y una elemental obligación ética de responder toda pregunta de un Juez. Cualquier ciudadano de bien que se considera inocente responde toda indagatoria. Pero es así, dale que va. Volvamos al filósofo: “…El malevaje extrañao/me mira sin comprender/me ve perdiendo el cartel/de guapo que ayer brillaba en la acción…”
Finalicemos (por ahora) con los universitarios
Las estadísticas oficiales que nadie ha cuestionado, nos dicen que el ingreso irrestricto de la universidad pública democrática determina que solo el 35% de los aspirantes que hacen los cursos o exámenes de ingreso llegan a la universidad. De ese ínfimo porcentaje solo el 10% se gradúan. Y si lo dicho fuera poco de los graduados solo el 1% son de clases bajas a quienes, en las profesionales liberales, les cuesta ingresar al mercado de trabajo por sus créditos sociales. ¿Universidad democrática para quién? Algún importante académico escribió, hace ya varias décadas, que estamos ante un “bolsa de trabajo” de desocupados. Se afirma que si de ante mano conociéramos los que egresan, por menos precio podríamos becarlos para que estudien en Cambridge. No es de extrañar entonces que los docentes universitarios protesten por sus salarios jugando al fútbol en horas pico de labor frente al obelisco. Bien dijo el filósofo que inspira estas reflexiones: “…lo mismo un burro que un gran profesor…”
FINAL
El autor de estas líneas aclara lo obvio: el filósofo de mentas no es otro que Enrique Santos Discépolo que le enseñó: “…en tu mezcla milagrosa de sabiondos y suicidas, yo aprendí filosofía…”
*Socio del Club Político Argentino