NUEVO RESPLANDOR A LA IZQUIERDA por Carlos Gabetta*
| 11 octubre, 2015Publicado en Perfil el 27-9-2015
Una tenue y prometedora luz se ha encendido en el oscuro túnel que atraviesa la socialdemocracia desde hace tres décadas (del autor, “Cero a la izquierda”, PERFIL, 5-2-12). Al mismo tiempo que en Grecia parece apagarse el foco de la última esperanza, con la traición de Syriza a la voluntad de la mayoría del pueblo griego de rechazar las imposiciones de la Unión Europea (http://www.perfil.com/columnistas/De-Socrates-a-Marx-20150719-0061.html), en Gran Bretaña y Estados Unidos, asoma un nuevo resplandor.
Jeremy Corbyn, un labour de los de antes, es decir un socialista, fue electo líder del Partido Laborista inglés, con el 60% de los votos. En Estados Unidos, Bernie Sanders, un demócrata que se declara “socialista”, senador por Vermont desde 2007, va 20 puntos por delante de Hillary Clinton en las encuestas para las primarias de New Hampshire del Partido Demócrata. La aventaja también en Iowa y la amenaza en todos los otros estados, aunque aún 20 puntos por debajo en la proyección nacional. Outsider sin recursos al comienzo, sus ingresos de campaña, muchos en general individuales, no cesan de aumentar.
Syriza apareció en Grecia casi al mismo tiempo que el aún inclasificable Podemos en España y el esperpéntico Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo en Italia; todos producto del desempleo estructural, las crisis financieras y el neoliberalismo aplicado casi sin variantes por conservadores, liberales y socialdemócratas. Desde los tiempos de Willy Brandt y Olof Palme, desde que en los 70 del siglo pasado empezó la crisis capitalista, los gobernantes socialdemócratas no hicieron más que acabar resignándose al neoliberalismo. Pagando incluso las consecuencias: corrupción y hasta terrorismo de Estado (http://www.perfil.com/columnistas/Socialistas-de-derecha-20141011-0022.html).
Syriza fue el primero de la última hornada “antipolítica”, mitad socialdemócrata y mitad populista “a la latinoamericana”, en llegar al gobierno. Una vez allí, hizo lo que los socialdemócratas y populistas, cada cual en su lugar y a su manera, vienen haciendo desde hace décadas: acabar por someterse a la “realidad” neoliberal. Hay que abrirles el crédito de una honesta impotencia, pero ahora demuestran no haber entendido que la “realidad” ha cambiado, que la crisis mundial se ha acentuado, está en el corazón del sistema y requiere esos cambios que el socialismo propone: esencialmente, en el reparto social de los excedentes que genera la producción y su comercialización. Además de decencia y respeto republicano.
Alexis Tsipras, líder de Syriza, acabó por elegir el camino de, entre otros, François Mitterrand y Felipe González: dar la batalla en el marco y la lógica del sistema. Como ellos, encuentra apoyos de la derecha y una parte de la izquierda: acaba de ser reelecto primer ministro, el pasado 20 de septiembre. Pero François Hollande lleva tres años en Francia por ese camino y es el presidente menos popular de la V República. Su fracaso es evidente.
Al compás de la crisis económica y financiera, que venía dando vueltas desde los 70 en la periferia del sistema y acabó en su corazón desde 2008, la alternativa política a las políticas fracasadas vuelve a aparecer. Es muy probable, como coinciden los analistas serios de cualquier tendencia, que ni Corbyn ni Sanders lleguen muy lejos, porque sus propuestas “extremas” dividen a la izquierda (http://www.cbsnews.com/news/can-clinton-put-out-a-new-hampshire-brushfire/). Pero gobernar en nombre de la izquierda “moderada” con políticas neoliberales viene siendo un fracaso. Y las “utopías” tienen cada vez más consenso.
Aunque también ocurre que sobre ese vacío político se precipita la extrema derecha. Allí están para demostrarlo Marine Le Pen en Francia y Donald Trump en Estados Unidos, entre otros.
Se avecinan tiempos duros, pero interesantes.
*Periodista y escritor.