MEDITACIONES ANÁRQUICAS DE UNA ATEA CORTÉS por Marcela Solá
| 13 enero, 2015“El panteísmo es sólo un ateísmo cortés. La verdad del panteísmo consiste en la superación de la oposición dualista entre Dios y el mundo, en el reconocimiento de que el principio del panteísmo: “Dios y el mundo son uno, es simplemente una fórmula cortés para dar la despedida al Señor Dios.” Esto dijo Schopenhauer.
De acuerdo con los últimos descubrimientos de la ciencia, la materia es energía. Siento que podría simpatizar con la idea de que somos parte de una energía cósmica que actúa sobre el universo y, por lo tanto, creo que me puedo presentar como una atea cortés, tal vez una agnóstica afable. Me fascina la idea de ser cortés con Dios.
Mi cortesía me impide hablar de forma sistematizada sobre Dios, algo que sólo se puede llevar a cabo si se pertenece a una religión, cualquiera que sea. Si se elude el discurso sistemático de Dios, solo posible en una religión establecida, entonces, ¿qué se puede decir acerca de Él?
Lo mejor será imaginar a Dios mediante un paso de danza que se acerca y se aleja, que lo rodea, lo oscurece, lo borra, lo ilumina, lo hace aparecer nuevamente, lo transforma en un poliedro de infinitas caras del que sólo se advierten fragmentos.
Si hay que moverse en el llano y sin presupuestos, lo mejor será comenzar desde la nada. Entonces.
La energía navegaba sobre las inmensas aguas amnióticas del vacío y era objeto de su propio deseo de existir. Tuvo lugar el Big Bang.
En el origen habitaba el ser, quieto. Como diferencia surgieron las cosas. El ser, en silencio, las cosas, sonoras. El roce entre el silencio del universo y la sonoridad de las cosas adquirió sentido, es decir, lenguaje. Aunque esto no fue un suceso que pudiera concebirse como el efecto de una causa, sino que estaba implícito, como el fuego lo está en las piedras, antes de que rocen entre sí.
El roce entre la naturaleza y el hombre, se llamó Dios. A ese roce ¿podríamos llamarlo relación? Pero las palabras jamás equivalen al pensamiento, antes bien, ocultan. Dios, oculto detrás de la palabra Dios.
“Dios, es decir, la naturaleza” intuyó Spinoza.
¿ Dios una intuición raigal del hombre?
Pero Dios está a merced de las palabras, y las palabras están ligadas al tiempo. Dios navega sobre el tiempo El milagro del lenguaje va en paralelo con el milagro de la creación del mundo.
El mundo, que en su conjunto forma una gramática, tiene sintaxis diferentes. En una, Shiva, danza. Dios es movimiento.
En un tiempo circular, Dios llegaría a su fin y volvería, por eso mismo, a su principio. Cumpliría, así, con el reflujo de la restauración que acompaña a toda revolución.
La energía se expande. ¿Dios se expande? En una de sus sintaxis, cuando se llama Krishna, se expande en innumerables formas, y todas ellas son Krishna. Pero permanece como entidad única e indivisible, como gramática madre.
Dios, deseo donde caben todos los deseos, deseo esencial que ampara y cobija todos los deseos de los deseantes.
Dios deseo incumplido. Para existir como deseo, no debe llevarse a cabo, sólo así podrá seguir siendo deseo.
Esa impronta se introdujo como una huella indeleble en todo lo que vino a continuación. ¿Este mundo está impregnado del deseo de Dios de existir?
Dios como inexistencia para facilitar la existencia.
Dios como espejo que se quiebra en miles de trozos que se esparcen viralmente a lo largo del tiempo y guardan un reflejo cada vez más alejado de la imagen original. Sin embargo, aún informan.
¿Es Dios un asunto de creencia o de fe?
En un versículo de la Biblia se dice que los demonios creen en Dios porque saben que existe pero no tienen fe en El. (Santiago 2:19) Si el demonio no creyera en Dios, no tendría razón de existir.
En el corazón mora el Espíritu perdurable, tan grande como el universo, se dice en las Upanishads. En la palabra “perdurable, radica uno de los encantos de Dios.
La eternidad es el régimen de la divinidad.( George Steiner).
¿Puede extinguirse un deseo incumplido?
¿Se está extinguiendo entre nosotros, Dios como profundo deseo?
¿Puede su ausencia ocupar el lugar de su presencia con igual intensidad?
¿Su ausencia es condición de su presencia?
¿Una treta de Dios desaparecer para devolvernos el deseo de su presencia?
Dios como el gran sueño de la humanidad. Pero nuestros sueños se asemejan a la evolución del dinosaurio, antiguo animal caído en el desuso. Demasiado grande para la tierra, fue adoptando formas más y más comprimidas hasta desaparecer dentro de un pequeño reptil. Los grandes sueños son, ahora, breves lagartijas que reptan y pasan inadvertidas.
Dios es el gran extraño frente al hombre y jamás podría comprenderlo ya que la muerte no lo comprende a Él.
Dios vuelto murmullo, rumor que se resiste a desaparecer, residuo último del lenguaje.
El habla sobre Dios y el habla poética, tienen lugar en un uso común del lenguaje.
Dios origen de toda metáfora, metáfora de la totalidad de lo real.
Dios como metalenguaje. ¿Representa una verdad estructural que no se puede enunciar de otra manera?
“Me encanta Dios”, dice el poeta Jaime Sabines, “es un viejo magnífico que no se toma en serio”.
Sobre lo que no se puede hablar, es mejor guardar silencio. Ludwig Wittgenstein, Tractatus logico-philosophicus, 7
Hay, ciertamente, lo inexpresable. Tractatus logico-philosophicus, 6.522
¿Es mejor guardar silencio?
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*Escritora y ensayista
Debo ser un ateo cortés yo también, y con los mismos puntos de referencia filosóficos y el mismo entorno mítico (que no es decir "falso", lo que sería mal educado) del entrañado judeo-cristianismo. Aplausos. Bravo. Bis.