EL CLARÍN TRUCHO, UN PLAGIO GROSERO, por Ariel Dulevich Uzal*
| 14 octubre, 2014Publicado en Clarín Edición Impresa – Sección Opinión – Lunes, 6 de octubre de 2014 – Página 18
Cuando el sectarismo fanático obnubila la razón, los exabruptos que provoca se transforman en boomerang, de efecto decididamente inverso al buscado.
El Clarín “trucho” de La Cámpora, más allá de reconocer que el ciclo de autoritarismo y corrupción “K” concluye inexorablemente en 2015 –tal vez único rasgo de veracidad y realismo de sus ocho páginas–, intenta con la torpe artimaña renovar su agotada campaña del “Clarín miente”, insistiendo en convertirlo en su peor enemigo. En tanto, cabe agregar, la calidad de adversario propia de la democracia, es desconocida para el criterio rayano en el fundamentalismo que caracteriza a estos militantes.
Pero la consecuencia para la opinión pública en general –obvia destinataria de la dispendiosa maniobra–, se vuelve contra sus autores quienes han sistematizado la mentira como instrumento de gobierno al mejor estilo “goebbelsliano” del “miente que algo quedará”. Desde la cotidiana falacia del INDEC, hasta las imposturas de la Presidenta que transitan la incoherente contradicción de denunciar amenazas de ISIS y casi simultáneamente de EE.UU., o llamar delincuentes a quienes realizan operaciones de bolsa autorizadas por la ley; o convertir en victimarios a las víctimas de los criminales atentados contra las entidades judías.
Si Cristina Kirchner y los jóvenes de La Cámpora que lidera su hijo, quienes mejor interpretan su impronta, resultan manifiestamente ante el sentido común de la ciudadanía, auténticos cultores de la mentira aplicada sin límites en la dicotomía intolerante “amigo-enemigo” que predican, reconociendo en este marco a Clarín como su peor pesadilla; ahora a “contrario sensu” –parafraseando a los juristas–, el plagio grosero e impúdico del diario denostado hasta el cansancio y sus principales plumas, provoca de manera espontánea y aún subliminal, a través de las defensas cívicas que nutre nuestros juicios críticos, la consecuencia antagónica. Si ellos son la imagen emblemática de la mentira; Clarín resulta el mejor exponente de la verdad.
*Educador
aduzal@fibertel.com.ar